El camino de
Katrine Aalerud hacia el ciclismo profesional fue un poco diferente al de la mayoría. Algunos encuentran la bicicleta a una edad temprana, y otros la cogen mientras intentan mantener la forma para otro deporte. Sin embargo, esta noruega de 29 años descubrió el ciclismo de competición cuando intentaba volver a ponerse en forma después de haber salido de fiesta durante sus primeros años en la universidad.
"Montaba a caballo cuando era pequeño y dejé de hacerlo hacia los 18 años. No tenía otras aficiones, así que empecé a salir de fiesta y no cuidaba mi cuerpo", cuenta Aalerud a Velo entre risas. "Entonces sentí que ya no estaba en forma. Sólo andando, me pesaba la respiración. Cuando montaba, llevaba y traía la bici al establo y, de hecho, me compré una bici de carreras porque quería ir lo más rápido posible al establo. Así que esa era la única razón por la que tenía una bici en casa".
"En realidad, al principio quería esprintar, pero no se me da bien posicionarme en un sprint masivo, pero le decía a mi entrenador que quería ser velocista. Así que no quería perder peso. Pero era mejor esforzarme durante más tiempo. Esa era mi especialidad y no el sprint. Viendo la televisión y viendo a Alexander Kristoff o Thor Hushovd pensaba que quizá podría ser así, pero no, yo era más escaladora".
Su cambio a escaladora en lugar de velocista la puso en el camino que la llevaría a trabajar con una de las ciclistas más prolíficas de este deporte,
Annemiek van Vleuten. La corredora neerlandesa se unió al Movistar en 2021 y ambas forjaron un vínculo mientras entrenaban juntas y se presionaban al máximo. "Fue realmente agradable porque ella es una persona realmente agradable", dijo. "Fue realmente una ventaja tenerla en el equipo porque así ves cómo trabaja para llegar a su mejor nivel".