Kasia Niewiadoma, recién coronada campeona del mundo de
gravel, se impuso en solitario con su equipación arco iris en la segunda carrera de gravel de su historia, disputada el sábado 21 de octubre en Big Sugar Gravel, en Bentonville, Arkansas (EE.UU.).
"Creo que cuando oí hablar de la grava de antemano me dije: 'Oh, qué bien, vamos a rodar mucho y luego nos relajaremos y divertiremos', pero es increíblemente dura, y creo que todos los aficionados a la carretera deberían saberlo, porque sé que en algunos momentos pensábamos: 'Oh, la grava es para gente que no quiere competir de verdad, pero podría ser lo contrario'", admite Niewiadoma, que al principio pasó por alto la gravel.
"Para ser sincero, los últimos cinco kilómetros me dije 'nunca más'. Es súper duro, pero siento que sí, siempre después de ganar y después de un gran festival de sufrimiento te sientes tan satisfecho que quieres más."
Mientras Niewiadoma ganaba la carrera femenina, era el turno de Torbjørn Andre Røed en la masculina. El noruego se impuso en un sprint de cinco. La victoria general de la serie Life Time Grand Prix fue para el campeón nacional estadounidense de gravel Keegan Swenson (4º en Arkansas) y la formidable Sofía Gómez Villafañe, que se llevaron 25.000$ cada uno.