El jueves por la mañana llegó la noticia de que Wout van Aert ya no estará en la salida de la decimoctava etapa del Tour de Francia, pero cuando Jumbo-Visma publicó el vídeo, Van Aert ya estaba en casa, en Herentals. El equipo holandés se las arregló para mantenerlo notablemente en secreto, porque en realidad la decisión se tomó el lunes en el día de descanso, como revela el director deportivo Arthur van Dongen para De Telegraaf.
"Ya se veía venir el día de descanso", dijo Van Dongen. "El lunes nos informaron de que ya empezaba a haber gente en casa y a partir de ahí lo seguimos de cerca día a día". Ese lunes por la tarde se lo comunicó a los pilotos. Algunos de ellos también tienen hijos, así que respondieron con mucha comprensión. No fue una verdadera sorpresa, porque sabíamos de antemano que era una posibilidad. En el pasado, algo así podía haber ocurrido con menos frecuencia, pero creemos que la persona que está detrás del piloto es igual de importante".
"A Wout lo bajaron del autobús el miércoles. Casi sin llamar la atención al helicóptero con la familia Van Eerd, de nuestro principal patrocinador Jumbo. Le llevó a un avión privado con el que voló a casa. No ha vuelto a pisar el hotel". En otras palabras: Van Aert ya estaba anoche con su mujer Sarah, mientras que nadie fuera de Jumbo-Visma se dio cuenta de ello.
"El objetivo era ganar una etapa con Wout. El año pasado, el maillot verde era un objetivo, con varias victorias de etapa. Ahora, además del maillot amarillo, nuestro objetivo era conseguir victorias de etapa. Eso no ha funcionado. Ha trabajado duro para ello, pero se ha topado con competidores más fuertes en algunas ocasiones. Es una pena, pero ninguna victoria de etapa en el Tour no desmerece las cualidades y el gran ciclista de Wout van Aert", dice Van Dongen.