Julian Alaphilippe ha vivido toda su exitosa carrera profesional en
Soudal Quick-Step y tras 11 años en los que ganó 2 mundiales y numerosos triunfos ahora se prepara a sus 32 primaveras una nueva época en Tudor.
"Es difícil decir una cosa, porque sin duda lo más importante que echaré de menos será estar con la gente con la que siempre he estado; no son sólo 10 años de mi carrera, es un tercio de mi vida", declaró Alaphilippe a los medios de comunicación congregados, entre ellos Cyclingnews.
"Por supuesto, hubo altibajos, pero siempre disfruté y me encantó el tiempo que pasé en el equipo, así que esto es lo que más echaré de menos, al igual que a mi plantilla y a mis compañeros. Pero al final, también es bueno tener tantos recuerdos. Para mí y para ellos también es la vida, es un círculo, así que es un buen momento para mí tener un nuevo entorno y ver algo nuevo".
Decisión del cerebro, no del corazón
Durante bastante tiempo, otro ProTeam estuvo en la pole position para estrechar la mano del francés. Antes de que llegara Tudor con una gran oferta, era el equipo francés TotalEnergies, que esperaba traer al héroe nacional a casa para los últimos compases de su carrera. Alaphilippe expresó su gratitud hacia el equipo que mostró un inmenso interés, pero finalmente se decantó por la ambiciosa formación suiza.
"No fue fácil llamar a Jean-René Bernaudeau de TotalEnergies con Benoit Genauzeau porque no es sólo de este año, ya hace unos años que sé que me quieren de verdad en el equipo y además era un proyecto muy bonito", dijo Alaphilippe;
Tudor se convierte así en uno de los grandes aspirantes a la wild card del Tour de Francia, mientras que TotalEnergies pierde parte de su terreno. "Así que conocí la decepción de ellos cuando tomé mi decisión y eso no fue fácil para mí. Pero al final, tienes que pensar en ti mismo, que es un trabajo muy duro. Es tu decisión, así que cuando supe que no me quedaría, tuve que llamar a los otros equipos y estoy contento con mi decisión".