Salvo catástrofe,
Jonas Vingegaard ha ganado esta tarde el
Tour de Francia. Tras una increíble contrarreloj, la implosión de
Tadej Pogacar en el Col de la Loze ha prácticamente garantizado que el danés vaya a volver a ganar la Grande Boucle en 2023.
"Bueno... Es difícil de describir. Más de 7 minutos de ventaja, es increíble. Pero el Tour aún no ha terminado. Seguro que Tadej intentará algo en las tres últimas etapas. Tenemos que seguir luchando porque todavía no estamos en París", dijo Vingegaard en una entrevista posterior a la carrera, siendo quizá más cauto de lo que la mayoría espera después de lo que acababa de suceder. Vingegaard tuvo otra actuación consistente y fuerte en la etapa reina de la carrera, mientras que su rival, con el que había estado luchando por pequeños segundos, cedió más de seis minutos en la carretera.
Vingegaard contó con la ayuda del
Jumbo-Visma para diezmar al pelotón una vez más y subió la rampa final de Courchevel sabiendo el tiempo que ganaría a Pogacar. Después de tener que pisar a fondo en la subida final, en la rampa final hasta la línea de meta terminó cuarto, pero ahora ha consolidado su ventaja de 7:35 minutos sobre Pogacar. Una ventaja que le otorgará una segunda victoria en el Tour de Francia, a menos que algo salga terriblemente mal en los últimos días de la carrera.
Comenta la caída que sufrió el esloveno al principio de la jornada y que puede haber mermado su estado de forma. "Estaba justo detrás de él. Alguien se fue a la derecha y cogió la rueda de Tadej. No pudo evitarlo. Fue muy desafortunado para él. No nos contuvimos después de aquello, pero tampoco quisimos aprovecharnos. ¿O eso ha provocado estas grandes diferencias? Es difícil de decir, eso hay que preguntárselo a Tadej".