La novia de Pogacar convenció al esloveno para que no abandonara el Tour de Francia: "Me dijo que quería irse, pero le dije que no, que esto es el Tour"

Urska Zigart sufrió una caída en el Giro Donne, sufriendo una conmoción cerebral, y el mismo día Tadej Pogacar fue dramáticamente descolgado por Jonas Vingegaard en el Col de Marie Blanque, perdiendo más de un minuto. Ese día, Tadej Pogacar se encontraba en una mala situación mental y su prometida, Urka Zigart, habla de cómo le convenció para que siguiera en carrera ese día.

"Me llamó después de la etapa para preguntarme cómo había ido. Le dije que no había terminado. Entonces me preguntó por qué no, sabe que nunca abandono una carrera", dijo Zigart en una entrevista con NOS. "Así que se preocupó enseguida. Me dijo: Quiero irme a casa. Así que le dije: no te vas a casa, esto es el Tour". Cuando Zigart recibió el alta hospitalaria, su situación se estabilizó y comenzó su recuperación. En el Tour masculino, Pogacar había recibido un gran golpe.

Al día siguiente, la carrera podría haber estado a punto de sentenciarse, ya que Jumbo-Visma y Jonas Vingegaard salieron a por todas desde lejos, pero el esloveno tenía una respuesta. Era un nuevo Pogacar, que parecía más motivado, especialmente después de recuperar tiempo y ganar la etapa de Cauterets. Como la carrera se trasladó al este de Francia, junto a su residencia de Mónaco, los dos han podido encontrarse mientras tanto y eso le ha dado un soplo de aire fresco;

"Le gusta que esté más cerca, que podamos vernos, aunque tenga que esperar dos horas para un abrazo de cinco minutos. Recargas las pilas si puedes hablar con alguien de otra cosa, no sólo de ciclismo", dice Zigart. Aunque Pogacar perdió ayer otra gran cantidad de tiempo en la única contrarreloj de la carrera, el nivel sigue siendo muy alto y quedan dos etapas por delante.

Para la eslovena, sin embargo, lo más importante es que su compañero termine la carrera sano y salvo, sobre todo teniendo en cuenta los últimos acontecimientos en el ciclismo profesional. "Para mí, lo más importante es que termine sano y salvo. No quiero que corra peligro en los descensos. Es la preocupación normal que tienes cuando alguien a quien quieres va a 100 km/h", concluyó;