Jonas Vingegaard está listo para regresar a Francia y defender la Maillot Jaune que ganó de forma tan espectacular hace doce meses. En el año transcurrido desde entonces, muchas cosas han cambiado para el danés, incluida una mayor sensación de expectación. Sin embargo, el propio Vingegaard cree que la presión le sienta de maravilla.
"No es que haya elegido la condición de campeón. Mi motivación es ser un buen ciclista. Pero no tengo ningún problema con que el público espere algo de mí", dice el líder del
Jumbo-Visma, de 26 años, en una entrevista abierta y en profundidad con la revista RIDE. "El mundo exterior puede esperar lo que quiera. Probablemente tendré que decepcionarles a veces, pero eso no me quita el sueño. Eso forma parte de cuando has ganado una gran carrera y recibes apoyos".
Ganar la carrera más conocida del calendario ciclista conlleva cosas añadidas fuera del deporte. Incluso la gente que no conoce el ciclismo conoce el
Tour de Francia. Por ello, Vingegaard ha pasado de ser una estrella del ciclismo a una especie de celebridad.
"Me he preparado un poco para el hecho de que en algunos lugares me miren fijamente, la gente se me acerque o quiera un selfie", explica. "Sé que tienes un estatus diferente cuando has ganado el Tour y que mucha gente te reconoce de repente. No lo veo como un problema. Dejo de lado toda esa atención con bastante facilidad. Desde luego, no afecta a mi vida".
"El invierno pasado tuve que decir muchas veces que no a las peticiones que me hacían. Antes me resultaba difícil tener que decepcionar a la gente, pero también aprendes a lidiar con eso", continúa. "Sabes que tienes que protegerte rechazando negocios. Mi segundo puesto en el Tour 2021 ya me lo ha enseñado. Si ahora la gente tiene una opinión sobre mí porque rechazo algo, que así sea. Ahora puedo dejar eso a un lado con bastante facilidad".