Johan Bruyneel, el que fuera director del US Postal cuando
Lance Armstrong ganó los 7
Tour de Francia de los que posteriormente fue desposeído, no entiende que al americano le acabaran quitando sus trofeos y explica en Het Laatste Nieuws y recogidas por los compañeros de Diario del Triatlón que considera "ridícula" la decisión de
ASO:
"Tratar de reescribir la historia del Tour de Francia eliminando a un siete veces ganador de las listas, como está tratando de hacer ASO, es bastante ridículo. Es ridículo que se corriesen esos siete Tour de Francia y nadie lo haya ganado. Pregúntele a sus oponentes de esa época quién ganó el Tour de 1999 a 2005. Ullrich no dirá que ganó, Basso y Klöden tampoco y Zülle y Beloki tampoco".
Cree que lo que provocó que el americano fuera finalmente castigado fue que pasaron por encima de los organizadores de la prueba:
"En un momento, Armstrong fue más importante que el Tour. El Tour luchó para lidiar con esto. Aprovechamos la oportunidad, les dijimos a los organizadores: 'Somos más importantes que ustedes'…. Y esto fue entonces castigado…".
Bruyneel explica que se retiró e inmediatamente pasó a ser corredor, por lo que conocía a la perfección cómo funcionaba el dopaje en esos momentos:
"El año 1996 fue el del pico del uso de
EPO. Yo en ese momento era corredor y también usé la EPO. “¿Me arrepiento? No. Yo era parte de esta generación, era así en ese momento. Era sumarse a este movimiento para poder seguir o irse a casa pero no daré nombres".
Sobre el
doping, deja claro que era generalizado entre todo el pelotón de la época:
"¿Transfusiones de sangre? Sí, es verdad. ¿El ‘Motorman’ que se fue a Niza con EPO en la nevera? Esto también es cierto. ¿Qué es mejor? En otros equipos escondíamos la EPO en las llantas de los autos. En ese momento, entre 1999 a 2001, el sistema era el siguiente. Los veinte, treinta, cuarenta y cincuenta primeros en la clasificación del Tour estaban dopados con EPO y el 90% del pelotón tomaba EPO".