A medida que la
Vuelta a España 2025 se acerca a su decisiva última etapa de montaña, el exprofesional y analista de Eurosport Matti Breschel considera que ha llegado el momento de quitarse los guantes y que
João Almeida no tiene otra opción que atacar a
Jonas Vingegaard si quiere remontar la desventaja en la general.
La exigente etapa 20 del sábado, en terreno montañoso a las afueras de Madrid, promete fuegos artificiales. Breschel espera nada menos que un mano a mano entre los dos escaladores más fuertes que quedan en la carrera: "Almeida no tiene elección, tiene que ir a por todas", señaló en su análisis para Eurosport. "Él mismo ha dicho que no tiene nada que perder, lo que significa que tiene todo por ganar. Así que tiene que intentarlo".
El portugués está actualmente a solo 44 segundos del excampeón danés del Tour de Francia en la clasificación general. Aunque
Vingegaard mantiene la ventaja sobre el papel, Breschel cree que el momento de la verdad llegará en la cima final.
"Entonces se convierte en un mano a mano. Esos dos son los más fuertes. Tuvieron un día algo flojo a principios de semana, pero siguen estando un nivel por encima del resto", añadió. "Si Almeida ataca, estaremos ante un auténtico duelo, y no estoy seguro de que nadie más pueda seguirles".
La 19ª etapa, marcada por los persistentes vientos cruzados, resultó relativamente sencilla para los aspirantes a la general, y los velocistas se disputaron el triunfo en una rápida y tensa llegada. Jasper Philipsen superó a Mads Pedersen en el sprint, mientras que Vingegaard y Almeida salieron indemnes.
"Fue la calma antes de la tormenta", dijo Breschel. "Vingegaard se mostró muy fuerte, superó bien la etapa y después comentó que se sentía bien. Está en una posición sólida, y él lo sabe".
A pesar de la relativa tranquilidad, Breschel subrayó el contraste fundamental entre el terreno expuesto al viento del viernes y las durísimas pendientes que esperan al pelotón el sábado: "Yo no llegaría a calificar la etapa 19 como un día de descanso, pero fue un reto completamente diferente comparado con lo que viene. La etapa 20 va a ser a todo gas desde el pistoletazo de salida".
Con experiencia en la región tanto como ciclista como en los entrenamientos, Breschel conoce bien las carreteras de la etapa 20 y advierte que el terreno no dará respiro: "Va a ser una etapa muy dura. Los corredores se adentrarán en una zona clásica que siempre ofrece carreras exigentes antes de Madrid: subidas implacables, un terreno que desgasta y sin tramos llanos para recuperar. Desde el kilómetro cero, todo comienza".
Además de la lucha por la general, la jornada ofrece oportunidades a los equipos que aún no han ganado. Breschel prevé una batalla frenética por entrar en la escapada: "Todos los equipos que no han estrenado su casillero estarán desesperados por salir en cabeza. Es posible que los EAU quieran a alguien desde el inicio. Luego dependerá de Visma controlar con lo que les queda".
Y no solo está en juego el maillot rojo. Con las posiciones de podio, el maillot blanco y los puestos del top-10 todavía abiertos, Breschel anticipa una batalla táctica en varios frentes: "No me sorprendería que viéramos un patrón parecido al del inicio de carrera: una partida de ajedrez con corredores vigilándose entre sí, especialmente con la lucha por el tercer puesto y la clasificación de jóvenes aún muy disputada".
Etapón antes de Madrid
La penúltima etapa de la Vuelta está llamada a definir la edición 2025. Para Vingegaard, es la ocasión de reafirmar su control sobre el liderato. Para Almeida, es ahora o nunca.
Queda por ver si el escalador portugués puede doblegar al defensor del título en las rampas finales. "Esta es su oportunidad", concluyó Breschel. "Tiene que atacar. Si no lo hace, no ganará la Vuelta. Así de simple".
Con la tensión en aumento y la lucha por el rojo en el filo de la navaja, la etapa 20 se perfila como un auténtico espectáculo: un enfrentamiento en la cumbre entre dos corredores en plenitud de fuerzas, con todo en juego.