Jan Ullrich se vuelve a abrir sobre su oscuro pasado: "O estás muerto la semana que viene, o recuperas el control de tu vida"

Ciclismo
jueves, 19 septiembre 2024 en 10:00
copyright proshots 119536 63a89b4f5df7c
Jan Ullrich fue una de las grandes estrellas del ciclismo mundial en la década de los 90. El alemán volaba en las carreteras sobre la bicicleta y llegó a ganar el Tour de Francia en 1997, la mayor victoria de su carrera. Sin embargo, años después se supo que se había dopado y todas sus hazañas quedaron en entredicho. En una conversación con WDR ha vuelto a hablar de todos estos episodios de su vida.
El año pasado, lanzó un documental en Amazon llamado "Der Gejagte", donde se veía todo lo que había sufrido Ullrich años después de dejar el ciclismo profesional: "El documental fue una especie de terapia para mí. Ahora puedo hablar de ello con mis hijos, porque al final es parte de mi vida.
Estoy contento de haberme mostrado tal como soy en ese documental, ahora puedo seguir adelante con más facilidad. Había muchas especulaciones. Necesitaba cambiar algo en mi vida, así que decidí hablar sobre ello. Me ayudó, el peso fue menor y ahora puedo seguir. Esperé a confesar hasta que lo hicieron Lance Armstrong y otros. Quizás fui demasiado débil, no quería toda esa tormenta mediática.
La gente debe entender que el dopaje formaba parte del sistema. Los patrocinadores sabían todo. No lo llamaría silencio, pero me pagaban bien. Era un acuerdo mutuo no hablar del tema. Pero finalmente cometí un error y tuve que pagar por ello, siendo el villano. Es un papel que debo asumir".
Por último, mencionó el momento en el que su vida estuvo a punto de pasar a lo más bajo que podía ir: "Caí en un agujero profundo y casi terminó en una catástrofe. Pensaba que mi madre y mi entrenador asumieron el rol de padre, pero al final me di cuenta de que nunca tuve uno.
Podía reprimir las cosas bastante bien y lo hice durante mucho tiempo. Al final, todo se descontroló, también con las drogas y demás. Al final, fue el amor por mis hijos lo que me ayudó a salir adelante, pero no podía haber caído más bajo. Estaba prácticamente muerto, visualmente vi el infierno. Fue entonces cuando dije: hasta aquí, no más. O estás muerto la semana que viene, o recuperas el control de tu vida. Mis hijos marcaron la diferencia".