Induráin describe el puerto de Larrau que acabó con sus opciones de ganar el Tour 96 y que se correrá en la Vuelta: "Es duro ya antes de empezar a subirlo"

Tras ganar cinco Tour de Francia de forma consecutiva, los organizadores de la Grande Boucle quisieron homenajear a Miguel Induráin con un una etapa por tierras navarras que finalizó en Pamplona. Aquel día se subió el puerto de Larrau, 'Hors Categorie', que también se subirá este sábado en la etapa 14 de la Vuelta a España y que finalizará en el Puerto de Belagua.

Los compañeros del Diario de Navarra han entrevistado a Miguel Indurain para que les hablara de la mítica cima en la que terminó de perder las opciones de conseguir su sexto Tour de Francia de forma consecutiva. Interesante lo que el navarro cuenta de un puerto que se subirá un día después de la etapa del Tourmalet y que puede terminar de destrozar los cimientos de la Vuelta a España.

PRIMER CONTACTO

Fue un día que salí a entrenar con Pruden de cara al Tour de Francia. No me acuerdo bien del año, no sé si fue el de 94 o 95. Un día había que dar una vuelta larga y estudiando mapas vimos que existía Larrau. Bajamos por Valcarlos y dando vuelta subimos por allí. Se nos alargó mucho, demasiado, el día (le acabaron saliendo casi 300 km de entrenamiento). Rompimos una rueda, nos medio perdimos y casi no llegamos a Pamplona. Dio la casualidad que ese día había quedado con un periodista y se nos hizo muy largo, casi no llegamos. Entonces la carretera estaba muy mal.

CARACTERÍSTICAS DEL PUERTO

Primero que es un puerto que para llegar allí, vayas por donde vayas, siempre hay que subir algún puerto, y son todos duros. Y luego el propio Larrau es muy duro desde antes de empezar. Antes de llegar al pueblo ya hay dos kilómetros que te exigen mucho, te rompen y del pueblo a Erroymendi no tienes descanso. Es un puerto muy cerrado, si hace calor la humedad te hace daño, parece que la bici no avanza nada porque son porcentajes muy duros. En las curvas te parece que vas, que caminas algo, pero cuando llegas a la recta que da a la parte más abierta es donde más te castiga. Las vistas son preciosas, pero en Larrau ves que no caminas, no caminas. El descansillo te permite recuperar un poco, pero si ya vas castigado, lo pagas. Y el final es descarnado, con aire en contra se hace mucho más duro.

AQUELLA SUBIDA EN EL TOUR DE 1996

A mí se me hizo más dura la subida del Soudet, porque aquella etapa se salió a tope. Allí sufrí, me descolgué y a partir de ahí fuimos a ritmo. No desconectas de la carrera, pero ya vas a otra cosa. La víspera, en Hautacam, intenté engancharme otra vez al Tour. Pero no tiraba, Riis y estos iban muy rápidos. Quería hacerlo bien en la etapa de Pamplona, porque llegábamos a casa y me hacía ilusión, pero se salió muy deprisa y cuando llegamos a Larrau ya vi que había que subir a ritmo, no había más. Fue un día de calor, con muchísima gente. Pero Larrau no se me hizo duro porque ya no tenía opciones de nada.

LA VUELTA, DIFERENTE

Es que había que ir desde allí por las Abaurreas, Urroz... La etapa de este año en la Vuelta es diferente. Belagua se les hará duro con todo lo que que llevan de antes, y la víspera. Todo el mundo está esperando al Tourmalet, es lo que se comenta en la Vuelta estos días.

QUÉ PUEDE PASAR EL SÁBADO EN LA VUELTA

Es algo interesante, hay que ver. Hasta ahora la Vuelta ha tenido puertos explosivos, cortos. Esto es otra cosa. El viernes con el Tourmalet y el día de Larrau van a ser diferentes. Son puertos más duros, que exigen mucho más. Y la etapa de Pamplona, cuidado, porque va a ser el tercer día seguido apretando, habrá que ver cómo recupera la gente.

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