El
Mundial en Kigali 2025 dejaron sensaciones muy distintas en sus pruebas élite. Mientras que la carrera femenina se definió con táctica y sorpresa, la masculina estuvo marcada por un dominio absoluto sin apenas margen estratégico.
Esa diferencia fue el punto de partida para una reflexión irónica de
Marijn de Vries, ex ciclista y actual comentarista, quien aprovechó para denunciar los prejuicios habituales contra el
ciclismo femenino. En el podcast Vlammen, De Vries recurrió al humor sarcástico para invertir los argumentos que con frecuencia se utilizan en redes sociales contra las corredoras.
“Solo imagina si esto hubiera sido una carrera de mujeres. Se diría: ‘¿Por qué dejan que esto ocurra? Pogacar anuncia que va a atacar en Mont Kigali, lo hace como siempre, y el resto simplemente lo sigue como ovejas al matadero. Ataque previsible, carrera aburrida’.”
La carrera masculina en Kigali confirmó la hegemonía de
Tadej Pogacar, que lanzó un ataque a más de 100 kilómetros de meta y no encontró oposición real. Los dos únicos ciclistas que pudieron seguirle terminaron cediendo, dejando al esloveno en otra exhibición al alcance de muy pocos.
El patrón no es nuevo: Pogacar acumula ya victorias en el Tour de Francia, Il Lombardia, varios monumentos y etapas World Tour, consolidando un dominio que muchos aficionados consideran abrumador.
Los números lo dicen todo: de los últimos 21 monumentos, Pogacar, Mathieu van der Poel y Remco Evenepoel han ganado 18. En el caso del Tour de Francia, desde 2021, los dos primeros puestos han sido monopolizados por Pogacar y Jonas Vingegaard.
Tadej Pogacar arrasó en el Mundial de Kigali 2025
“El ciclismo masculino está en su infancia”
De Vries no se limitó a describir los hechos; llevó más allá su sátira para evidenciar las contradicciones en la narrativa deportiva. “¿Qué dice del ciclismo masculino que un corredor sobresalga tanto? ¿No se puede decir que es poco profesional? El ciclismo masculino sigue en su infancia. Si uno es mucho más fuerte, ¿qué hace el resto? Aparentemente no entrenan ni comen bien.”
En paralelo, la prueba femenina ofreció un espectáculo completamente distinto. La canadiense Magdeleine Vallieres sorprendió al mundo con un ataque oportuno y un despliegue táctico que le permitió enfundarse el maillot arcoíris.
Para De Vries, la diferencia fue clara: “Fue una gran carrera para las mujeres. Y, en comparación, encontré realmente aburrida la de los hombres.”