Se habla del seguimiento por GPS como lo que más podría haber ayudado a
Muriel Furrer, fallecida la semana pasada por una caída en el
Mundial de Zúrich. La investigación sobre el accidente aún no ha concluido, pero los organizadores del evento han querido lavarse las manos culpabilizando a la
UCI por no hacer obligatorio este dispositivo para todos los participantes.
Olivier Senn, parte de la organización de la carrera, ha hablado con Blick sobre el incidente que ha dejado una nota oscura en la semana de carreras: "Miles de corredores y corredoras realizaron ese descenso sin caerse. Sólo hubo una caída, desgraciadamente con un trágico desenlace. Si la investigación de las autoridades demuestra que somos responsables, asumiremos esa responsabilidad".
Según el periódico suizo, Furrer, que se estrelló contra una zona boscosa durante la carrera, no fue encontrada hasta una hora y media después del accidente, y no fue trasladada al hospital con un traumatismo craneoencefálico hasta una hora más tarde. El desastre se cebó con la joven corredora, que falleció a consecuencia de las heridas sufridas. Recientemente se ha hablado y propuesto varias soluciones posibles, pero una de ellas es claramente la más destacada:
"Pero la UCI no ha impuesto ninguna condición en relación con el seguimiento por GPS. Es la UCI la que dicta las normas. Ya les hemos hecho saber que necesitamos tener una buena charla sobre esto", continuó Senn." Espero que esto cambie algo en el ciclismo. Ya han muerto demasiados corredores".