Filippo Ganna se salta el Tour de Flandes y sueña con ganar la París-Roubaix: "El pavimento en Bélgica es diferente al de Francia"

Filippo Ganna fue 35º el año pasado en la París-Roubaix. El INEOS Grenadiers se llevó la victoria con Dylan van Baarle, pero el italiano se quedó con ganas de más, y este año será un objetivo primordial. Es por ello por lo que ha decidido saltarse el Tour de Flandes.

"En el futuro veremos si Filippo corre el Tour de Flandes. Este año no lo hará debido a que el pavimento en Bélgica es diferente al de Francia", dijo el entrenador de Ganna, Dario Cioni, a la Gazzetta dello Sport. "Filippo demostró el año pasado que se desenvuelve bien en los adoquines. En principio, volverá a Roubaix a finales de marzo, pero los programas son siempre bastante flexibles y dependen de los resultados."

El físico de Ganna, un corredor de unos 85 kilos, es ideal para los adoquines de Roubaix. En esta clásica, la explosividad no es tan importante, sino la potencia bruta y la resistencia. Ambos aspectos quedaron patentes en la Milán-San Remo del pasado fin de semana, donde el italiano se hizo con el segundo puesto. Una actuación brillante que da al ex Campeón del Mundo de contrarreloj nuevas esperanzas de rendir en las clásicas de primavera.

"Filippo era el líder en una gran clásica por primera vez y sin duda estuvo presente. Este segundo puesto le servirá de combustible para el futuro", admite también Cioni. "La próxima vez no dudará en seguir a Van der Poel, porque era la primera vez que Filippo se encontraba en una situación así con los gigantes del ciclismo".

La suerte y la táctica acaban jugando siempre un papel decisivo en Roubaix, aunque el italiano ya la ha corrido dos veces. "El año pasado, sin embargo, Filippo cayó enfermo el último día de la Tirreno Adriatico. Arrastró ese malestar durante un tiempo y por eso no estuvo óptimo en la salida". Ganna pinchó justo antes de la Trouée d'Arenberg en 2022. Sin embargo, con su dominio de la contrarreloj terminado, su enfoque en las clásicas crece aún más.

"Empezamos de nuevo en diciembre de 2022. Filippo quería estar mejor después de muchas horas sobre la bici, así que hicimos un trabajo más intensivo al final del entrenamiento. Vimos los progresos en Milán-San Remo, porque no hay que olvidar que el Poggio se corre a gran velocidad. En resumen, ¿por qué no creer que Filippo puede ganar la París-Roubaix? El resultado en Milán-San Remo es un paso importante que da la confirmación", concluyó Cioni.