Primoz Roglic ha dado los motivos de por qué en estas últimas etapas no está pudiendo estar a la altura de
Juan Ayuso e
Isaac del Toro, que van por delante suya en la general del
Giro de Italia y que parecen un escalón por encima.
El esloveno, que está a minuto y medio del mexicano en la lucha por la maglia rosa, asegura por un lado que sus rivales se adaptan mejor a las etapas que ha habido hasta ahora no demasiado duras y, por otro, que todavía tiene molestias de su caída en la etapa del sterrato:
"De momento no puedo competir con ellos porque son muy potentes y explosivos. Todavía me duelen algunas partes del cuerpo tras la caída del domingo, pero cada día estoy mejor".
La carrera, como el año de su triunfo en la Corsa Rosa, regresará a Eslovenia, donde intentará ganar en el durísimo Nova Gorica, aunque queda mucho más en una última semana que seguro será de infarto: "Estoy deseando ir a Eslovenia. Ese día quedará definitivamente grabado en mi memoria. Será sin duda una etapa dura, con el Monte Grappa y algunas subidas difíciles más adelante. Pero habrá muchas más, especialmente en la última semana".
Veremos lo que acaba ocurriendo. Está claro que la caída ha afectado a un Roglic que, más allá de que tenga ya 35 castañas, demostró en la Volta a Catalunya que tiene potencia de sobra para luchar contra casi todo el pelotón. También es consciente que perder energías sprintando por segundos estos días no es lo que más le conviene teniendo en cuenta que la manteca de verdad se va a jugar en las etapas finales. Y es que llevamos 13 etapas del Giro y aún no ha habido una verdadera jornada dura de alta montaña. No sabemos realmente qué piernas tienen los ciclistas. Cuando lo sepamos será demasiado tarde para reaccionar...