"Es un cuento de hadas para el deporte noruego": El Uno-X hace historia con su victoria en la Veneto Classic

La primera victoria profesional de Sakarias Koller Loland en la Veneto Classic 2025 será recordada como mucho más que un simple logro individual. Lo que ocurrió en las carreteras de Bassano del Grappa fue la culminación de un proyecto deportivo, una historia de crecimiento, fe y ambición nórdica.

Con tan solo 24 años, el noruego del Uno-X Mobility no solo consiguió la mayor victoria de su carrera, sino que también selló el ascenso histórico de su equipo al UCI WorldTour, el nivel más alto del ciclismo mundial. Fue una gesta doble: una consagración personal y un salto colectivo que marca un antes y un después para el ciclismo escandinavo. La victoria de Loland llegó en el momento más decisivo posible.

Tras tres temporadas de crecimiento constante, el Uno-X alcanzó finalmente el objetivo que había perseguido desde su fundación: asegurar su presencia automática en el Tour de Francia, el Giro de Italia y la Vuelta a España durante los tres próximos años. El resultado en Italia selló ese sueño.

En un fin de semana que se vivía con tensión dentro del equipo, la victoria fue mucho más que un trofeo: fue la confirmación de que el proyecto escandinavo había alcanzado la madurez. “Esto es increíble”, exclamó un emocionado Loland en la meta. “Tardaré un poco en asimilarlo. Hoy tenía buenas sensaciones antes de la salida, y estoy muy contento de que hayamos conseguido rematar la faena”.

El triunfo de Loland se fraguó en una edición táctica y caótica de la Clásica del Véneto. En los últimos kilómetros, el noruego superó a Florian Vermeersch, Diego Ulissi y Lorenzo Germani tras un final vibrante sobre las rampas de grava de Bassano del Grappa. Fue una victoria perfectamente escenificada: la primera de su vida profesional, lograda con inteligencia, paciencia y coraje.

La forma en que gestionó la carrera en medio de ataques, cambios de ritmo y una lucha constante por la posición, evidenció una madurez poco habitual para un corredor de su edad. Y, sobre todo, dejó claro que el Uno-X no había llegado hasta allí por casualidad. Hasta ese día, el Uno-X Mobility y Cofidis se encontraban en plena batalla por la última plaza automática en el WorldTour.

Solo 210 puntos UCI separaban a ambos equipos antes de la salida en Italia, una diferencia mínima después de toda una temporada de esfuerzos. Al caer la tarde en Bassano, todo había cambiado: la ventaja del Uno-X ascendía a 398 puntos, suficiente para certificar el ascenso definitivo.

Con esa cifra, el equipo noruego garantizaba su lugar entre los mejores del mundo y aseguraba su presencia en las grandes citas de 2026. Era la recompensa a años de trabajo meticuloso, planificación a largo plazo y una política deportiva basada en el desarrollo de talento local.

Para Noruega, el logro tiene una magnitud que va más allá del ciclismo. Por primera vez en la historia, un equipo completamente noruego tendrá garantizada su participación en las tres Grandes Vueltas, algo que durante décadas parecía un sueño inalcanzable para un país de poco más de cinco millones de habitantes.

“Se puede comparar con la clasificación de un club de fútbol noruego para la Liga de Campeones durante los próximos tres años”, explicó Mads Kaggestad, comentarista de TV2 y exprofesional. “Significa que ahora podrán competir contra los mejores, y les da la oportunidad de seguir creciendo. Es un cuento de hadas para el deporte noruego, y Uno-X ha escrito hoy el siguiente capítulo”.

Para Kaggestad, la actuación de Loland fue también una metáfora de todo el proyecto Uno-X. “Cuando atacó y ganó, fue absolutamente increíble, un final perfecto y simbólico”, comentó el analista, subrayando que la victoria del joven ciclista resumía a la perfección el espíritu del equipo: audacia, disciplina y fe en la formación propia.

Desde su creación, el Uno-X ha perseguido una idea clara: construir una estructura escandinava sólida, capaz de inspirar, formar y competir al más alto nivel internacional. Su modelo, basado en el desarrollo de talento local y en una cultura de trabajo moderna y sostenible, fue visto durante años como un experimento ambicioso.

El tiempo les ha dado la razón. En las carreteras italianas del Véneto, esa visión alcanzó su validación definitiva. La victoria de Loland no solo fue el fruto del esfuerzo de un corredor, sino el símbolo tangible de una filosofía colectiva que apostó por el largo plazo en un deporte acostumbrado a los resultados inmediatos.

Ahora, con el ascenso al WorldTour confirmado, el Uno-X se prepara para dar el salto al escenario más grande del ciclismo mundial. En 2026, compartirá línea de salida con gigantes como UAE Team Emirates, INEOS Grenadiers o Visma | Lease a Bike.

Para Sakarias Koller Loland, su victoria en la Clásica del Véneto quedará grabada como el día en que cambió su carrera y la historia del ciclismo noruego. Para el Uno-X, representará el momento en que el sueño se hizo realidad.