Afonso Eulálio es uno de los pocos portugueses que han dado el salto desde la potente escena continental del país al WorldTour, y su primer año en la élite fue una gran sorpresa. El corredor del Bahrain - Victorious llegó como una de las múltiples apuestas jóvenes del equipo con la idea de crecer, y quizá fue la más acertada. Repasa su Top10 en el Mundial, el calendario de 2026 con regreso al
Giro de italia, y lo que ha aprendido persiguiendo los ataques de Tadej Pogacar.
En 12.2024, Eulálio habló con
CyclingUpToDate y Ciclismoaldia en Altea, recién aterrizado en el equipo, lidiando con el inglés y en un entorno con mucho más personal que en sus experiencias anteriores.
“Sí, al final fue un periodo de aprendizaje y este año será igual, seguiremos aprendiendo, porque no se aprende todo. Pero sí, terminó siendo un año con altibajos, un poco irregular, y sobre todo intentaremos ser un poco más regulares, mirar el calendario de otra manera y probar algo distinto”.
Su curso fue muy sólido, y el potencial apareció desde el inicio en el Tour Down Under, cuando dejó su tarjeta de visita en
Old Willunga Hill. Con 24 años, no quería conformarse con rodar en el pelotón y tenía piernas para cambiar carreras. Sus buenas actuaciones le valieron plaza en el Giro de Italia, con Antonio Tiberi con ambiciones de podio y Damiano Caruso finalmente quinto.
Afonso Eulálio liderando el Giro de Italia en el Passo del Mortirolo
Giro de Italia, punto de inflexión
Eulálio se destapó en la última semana, desatado en el Passo del Mortirolo en la etapa 17. “No lo pensé demasiado, iba en la fuga, ni siquiera tenía en mente que había ese premio por coronar primero porque normalmente son solo puntos de la montaña y cuando ataqué estaba más pensando en la etapa”. Mientras el GC explotaba por detrás, se mantuvo delante, aunque no fue aún el día del gran triunfo.
“El equipo terminó siendo un poco más defensivo y tuve que esperar al grupo. Y eso fue lo que marcó la situación de carrera”. Aun así, su trabajo para Caruso no pasó desapercibido. La temporada no acabó en el Giro, y más tarde siguió creciendo y mostrándose con aún más brillo.
En la
Vuelta a Burgos fue tercero en la jornada inaugural, y después asumió un calendario mixto, con vueltas y clásicas en las que podía rendir. Una de ellas fue el Tour of Britain, donde atacó en la etapa reina hacia The Tumble y terminó cuarto en el día, con victoria para Remco Evenepoel. Eulálio cerró sexto en la general.
“Sí, claro que hubo presión este año, pero el equipo mantuvo las cosas abiertas y sin meterme presión; si me quedaba a 10 o a 100 kilómetros de meta casi era lo mismo. Claro que ahora, después de hacer top 10 en el mundo, ya no puedo mirar las cosas así. Ya miro el calendario de otra manera. Quiero hacer algo más y mejorar”.
A rueda de Tadej Pogacar
En el GP de Québec probó por primera vez qué es seguir al campeón del mundo, fruto de su manera de correr. “Es la forma en que me gusta competir, muy agresiva. A veces no tengo la oportunidad y otras no tengo las piernas. Pero corrí de forma muy ofensiva, también en los repechos cortos de Canadá en [GP] Québec, donde también ataqué. Luego en Italia, en Tre Valli [Varesine], igual, muy agresivo. Es una manera que me gusta”.
Tanto en Québec como después en Tre Valli Varesine, se movió junto al esloveno. Y tomó nota. “Sí, pero siempre es un riesgo que acaba saliendo caro. Ese día salió caro. Y también en Québec ya había estado con él, y hay cosas que luego pasan factura. Creo que en ambas carreras termino sobre el 40.º por el esfuerzo tan grande”.
En Mont Kigali, donde Tadej Pogacar lanzó el ataque decisivo hacia su segundo arcoíris, él estaba en pleno meollo. Pero no intentó seguirle. “En el Mundial no moví ni un dedo, estaba a su lado cuando atacó, ni siquiera intenté responder ni subir vatios. Y fue cuando mejor salieron las cosas. Asumir ese riesgo de seguir el mejor camino te puede salir demasiado caro”.
Top10 en el Mundial de Kigali
La carrera de Kigali fue su auténtico salto. Una prueba de 6:30 horas, 5.000 metros de desnivel y los mejores del mundo peleando por el arcoíris. El noveno puesto de Eulálio quedó entre Juan Ayuso y Tom Pidcock, y su nombre destaca como pocos en ese Top10.
“Me gustan las carreras muy duras y esta lo es, y las cosas terminaron saliendo así. Iba en el grupo, ni siquiera pensaba en alcanzar el top 10; desde el inicio la carrera se dio así. Solo estaba disfrutando y tratando de hacerlo lo mejor posible”.
Es un resultado que ilusiona, y el portugués puede encontrar terreno para brillar en pruebas explosivas, a tenor de lo mostrado. Pero su prioridad sigue siendo la escalada: “Y como dices, en subidas cortas. Este año tenemos que trabajar en dejar de lado mi explosividad, ya que es tan buena, no trabajarla tanto y pensar en puertos largos. Intentar trabajar y ver hasta dónde puedo llegar. Espero que aún tenga margen”.
En 2026, Eulãlio tendrá oportunidades para mostrarse, tanto como posible líder como gregario de los muchos escaladores de nivel que tiene Bahrain - Victorious. “Sí, estamos mirando algunas carreras. Tenemos planes de futuro, claro, pero ahora no se trata de liderar. Este año miramos las cosas de una forma mejor y quiero más, pero también habrá más presión por mi parte”.
“Todo está definido. Voy a empezar en AlUla [Tour], luego UAE [Tour]; después haré lo que me gusta, que es Strade [Bianche], [Volta a] Catalunya... Luego Lieja [Bastoña-Lieja] y Giro [d'Italia].
Eulálio fue noveno en el Mundial de Kigali, una enorme sorpresa. @Sirotti