Victoria para
Tim Merlier en la cuarta etapa del
Renewi Tour 2025 tras ser el más fuerte de largo en la volata final. Lo intentó
Olav Kooij, pero no pudo con el belga de Soudal Quick-Step. No tuvo opciones
Mathieu van der Poel. Nada de nada para Fernando Gaviria un día más.
La jornada, disputada sobre 198 kilómetros entre Riemst y Bilzen-Hoeselt, arrancó con un tramo de tanteo en el pelotón en los primeros kilómetros, a la espera de los primeros tramos adoquinados y el primer paso por la línea de meta en un recorrido marcado por un circuito al que los corredores tendrían que enfrentarse en tres ocasiones antes de la llegada final.
Tras varios intentos, la fuga del día se consolidó en torno al kilómetro 172 con seis corredores: Lukas Kubis, Leander Van Hautegem, Ward Vanhoof, Michel Ries, Colby Simmons y Dries de Bondt, quienes lograron abrir hueco sobre un pelotón que rodaba a gran velocidad, superando en ocasiones los 46 km/h. La diferencia inicial se situó en torno a los dos minutos y medio, aumentando progresivamente hasta alcanzar los cuatro minutos pasados los 110 kilómetros.
A falta de 100 km, los fugados mantenían cuatro minutos de ventaja, que incluso se amplió ligeramente hasta los 4:30 cuando restaban 80 km. Sin embargo, al aproximarse a la subida al Buttenberg (2,6 km al 7,5%), el pelotón apretó y la diferencia empezó a reducirse. Con 67 km a meta la renta era aún superior a los cuatro minutos, pero a 54 km ya había bajado hasta los 3:30.
En el tramo final, la persecución se intensificó. A 32 km, la escapada contaba con 2:30, y poco después la ventaja se redujo a dos minutos. Visma tomó el control de la caza, y con 24 km a meta los seis de cabeza —ya sin Michel Ries, descolgado— resistían con 2 minutos de renta.
El Green KM, situado en torno al kilómetro 140 con tres esprints intermedios, también marcó la dinámica en la parte central de la jornada, aunque el verdadero pulso estaba en la reducción progresiva de la ventaja. Con 20 km a meta, los fugados mantenían todavía un minuto y medio, lo que les daba opciones reales de pelear por la etapa. Sin embargo, el trabajo de Visma y Soudal, pensando en sus velocistas Olav Kooij y Tim Merlier, redujo aún más la brecha.
A 12 km de meta, la diferencia era de 50 segundos, y con 11 km la caza se organizaba con los trenes de los sprinters trabajando a fondo. A falta de 10 km, el margen de la fuga era de apenas 45 segundos, con el pelotón lanzado en busca de la neutralización antes de la llegada a Bilzen-Hoeselt. De Bondt y Kubis, los más fuertes de la fuga, fueron cazados finalmente a 2 km de meta. Así, finalmente el triunfo fue para Tim Merlier.