La etapa 4 de la París-Niza ha tenido de todo. Sobre todo polémica. Debido a las malas condiciones meteorológicas, la organización neutralizó la carrera a poco más de 50 km de meta. Los corredores rodaron hasta 22 kilómetros neutralizados, cuando a 28 del final se volvió a reanudar.
En la subida final a La Loge des Gardes, después de toda la polémica, Jonas Vingegaard atacó a 2 km de meta. Parecía que nadie podía seguir a la estrella de Visma. Pero Joao Almeida tenía otros planes. En los últimos metros de la subida, el líder de UAE Team Emirates XRG aceleró y le arrebató al danés la victoria sobre la línea de meta.
Respecto a su desarrollo, esto es lo que ocurrió durante la etapa. Las cosas se salieron de control de cara a la recta final. Había 7 corredores en fuga con poco menos de 2 minutos, cuando la organización neutralizó la carrera por granizo. Dicha neutralización duró apenas 3 minutos.
En la retransmisión se empezaron a escuchar quejas de algunos corredores. Otros, como Jonas Vingegaard, se cambiaban de ropa en el coche de su equipo, mientras otros tantos recibían té caliente.
La etapa estuvo muy poco tiempo parada. La fuga volvió a salir con un coche de la organización delante. Parecía, al menos en la retransmisión, que la carrera ya no estaba neutralizada. Esto entendieron también los ciclistas.
Iván Romeo y Pablo Castrillo empezaron a poner ritmo en cabeza del pelotón a poco menos de 40 km para meta, cortando el grupo con otros compañeros. Pero esto duró solo 2 kilómetros, porque la organización volvió a parar a todos.
A 28 kilómetros de meta, la organización paraba a todos los corredores. Parecía que la etapa por fin se iba a reanudar. Iván Romeo aprovechó delante de las cámaras para criticar a la organización por todo lo sucedido.
Los jurados anunciaron que la carrera se reanudaba a 28 km de meta con las mismas diferencias que había antes de la neutralización, es decir:
Con la reanudación, Movistar se puso a trabajar al frente del pelotón con Iván García Cortina para Iván Romeo y Pablo Castrillo. El equipo telefónico quería sacarle partido a la situación. También se les unió Lidl-Trek y UAE con el objetivo de cortar al pelotón.
Quedaban todavía 15 km para meta cuando comenzó la penúltima subida, el Côte de la Chabanne, previo a la ascensión final a La Loge des Gardes. La fuga, que perdió a Albanese, tenía poco más de 1 minuto de ventaja. El grupo perseguidor acechaba a los escapados.
El muro lo coronó la escapada con apenas 40 segundos respecto al pelotón de favoritos. A 13 km de meta, las diferencias eran mínimas cuando la subida final a La Loge des Gardes estaba casi a la vista.
Antes del inicio de la subida final, la fuga se unificó en 8 corredores a 10 km de meta. El grupo perseguidor se había unido. Sin embargo, el pelotón de favoritos estaba a 30 segundos. En el inicio, Tobias Foss atacó desde la fuga, y se puso líder en solitario a 6 km de meta.
A 5 km de meta, Mads Pedersen estaba haciendo un trabajazo en el grupo de favoritos para Mattias Skjelmose. En Movistar era Pablo Castrillo el que mejores piernas parecía tener. Jonas Vingegaard y Matteo Jorgenson estaban a la espera. Foss seguía liderando con 27 segundos de ventaja.
Los primeros en intentarlo fueron Castrillo y Lenny Martinez. Ambos aceleraban el ritmo y dejaban a Tobias Foss prácticamente a la vista. La victoria de etapa estaba en juego a 3 km de meta.
A 2 km de meta se produjo el esperado ataque de Jonas Vingegaard. El danés, como gran favorito, consiguió soltar a Lenny Martínez. Parecía marcharse en solitario a por una victoria espectacular. Sin embargo, Joao Almeida le arruinó la tarde, pasándole en la línea de meta. Tremendo el líder de UAE.
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