Victoria de
Olav Kooij al esprint en una movidísima segunda etapa del
Renewi Tour 2025. Acabó llevándose la rapidísima volata en la que a
Tim Merlier se le hizo de noche. Bestial el neerlandés, que increíblemente no seguirá en Visma el año próximo. Nada de nada un día más para
Fernando Gaviria.
La segunda jornada de competición comenzó en Blankenberge con la salida neutralizada, y rápidamente llegaron los primeros movimientos. Giosuè Epis (Arkéa - B&B Hotels), Siebe Deweirdt (Team Flanders - Baloise) y Axandre van Petegem (Wagner Bazin WB) formaron la primera escapada del día, logrando consolidar una renta de hasta 2 minutos y 40 segundos sobre el pelotón cuando aún quedaban 161 kilómetros para la meta.
El grupo principal, sin embargo, no permitió que la diferencia fuera a más. A 146 kilómetros, la ventaja ya se había reducido a 2 minutos y 20 segundos, y poco después la persecución se intensificó debido al fuerte ritmo impuesto y al viento, que provocó cortes en el pelotón. Con 134 kilómetros por delante, la fuga apenas conservaba medio minuto de margen.
Finalmente, a 115 kilómetros, los tres escapados fueron alcanzados y la carrera volvió a compactarse. Tras unos kilómetros de calma, el Team Flanders - Baloise volvió a probar fortuna. Siebe Deweirdt, esta vez junto a su compañero Ward Vanhoof y Kenneth van Rooy (Wagner Bazin WB), intentó abrir hueco, pero el pelotón no les concedió más de 13 segundos y la aventura terminó poco después.
El fuerte viento siguió marcando la jornada, rompiendo el grupo principal en varias ocasiones. A 94 kilómetros, los intentos aislados fueron neutralizados y la carrera quedó seleccionada en un pelotón reducido que rodaba en cabeza.
Con el paso de los kilómetros, la dureza de la etapa se hizo notar y varios corredores quedaron descolgados, como Siebe Deweirdt, que tras múltiples intentos de fuga no pudo resistir en el grupo principal. A 82 kilómetros se produjo un abandono destacado, el de Tobias Foss (INEOS Grenadiers), mientras el pelotón afrontaba el circuito final manteniéndose compacto.
Mathieu van der Poel estuvo muy activo.
Espectacular final de etapa
En la aproximación a Ardooie, los pinchazos también hicieron mella en varios corredores, entre ellos
Sebastián Molano, pero el grupo delantero, con pocas decenas de unidades, seguía encabezando la carrera. Con 53 kilómetros para meta, un primer grupo de 37 ciclistas, entre los que estaban Tim Merlier, Paul Magnier, Biniam Girmay, Thibau Nys, Mathias Vacek, Ben Turner y Arnaud de Lie, marchaba en cabeza, mientras el segundo grupo rodaba a 28 segundos.
El trabajo de Movistar Team y otros equipos permitió la neutralización de la avanzadilla, y a 34 kilómetros de la llegada todo volvía a reunirse. Desde entonces, el pelotón voló hacia el esperado esprint de Ardooie, con un ritmo que superó los 47 km/h en los últimos compases de la etapa.
En el kilómetro bonificado a 20 de meta, Tim Merlier fue el más rápido y se llevó los 10 segundos en juego, por delante de Rui Oliveira (8”), Dries de Bondt (7”), Arnaud de Lie (6”) y Sebastián Molano (4”). A pesar de los continuos intentos de ataques, el trabajo de Alpecin fue impecable, impidiendo que nadie pudiera abrir hueco. Con 15 kilómetros por delante, quedó claro que la victoria se decidiría al esprint aunque hubo abanicos tremendos en esos instantes finales con Arnaud de Lie sufriendo mucho para seguir en cabeza. La victoria en la volata final fue para Olav Kooij.