Femke de Vries es una corredora desconocida para el gran público. Estaba en el equipo Continental GT Krush Rebellease, donde corría desde 2022, y acaba de enrolarse con efecto inmediato con el conjunto femenino del
Visma - Lease a Bike. No tiene grandes resultados en la élite, destacando un octavo puesto en la Antwerp Port Epic y un segundo en la clasificación general final del Tour de Feminin, en República Checa. Quizá lo más importante esta temporada lo haya hecho en otra disciplina, terminando cuarta en la UCI Gravel World Series de Limburgo.
De Vries podría describirse como una ciclista tardía. A diferencia de muchas ciclistas, ella no creció con el ciclismo. "Hasta los 23 años no me senté por primera vez en una bicicleta de carretera", revela De Vries en
comunicado de prensa. "Eso fue en 2016. Empecé a montar en bici siendo estudiante. Estaba estudiando medicina. Mi tío me prestó una bicicleta de carretera. Me enganché de inmediato. El amor por las carreras empezó ahí y nunca se fue".
"Pronto me di cuenta de que había algo más en mí que el ciclismo recreativo", continúa. "Me apunté a un club. Cada vez conseguía subir de nivel. Acabé en Krush. Allí estuve dos años y medio. Todo el tiempo, tenía un punto en el horizonte".
Ese deseo se está haciendo realidad. "Unirme al Visma - Lease a Bike es un sueño hecho realidad. No puedo describirlo de otra manera. Esto es por lo que he trabajado tan duro todo este tiempo. La estructura aquí me ayudará sin duda, al igual que el enfoque científico. Inmediatamente sentí un gran ambiente en el equipo Visma - Lease a Bike", dice el doctor De Vries.