Vaya jornada la que vivieron los aficionados al ciclismo en la tercera gran vuelta de 2025. La undécima etapa de la
Vuelta a España, que se presentaba como el punto culminante de la carrera con un emocionante final en Bilbao, será recordada por las escenas que obligaron a los organizadores a neutralizar la etapa a tres kilómetros de la meta en un día en el que
Jonas Vingegaard, pese a todo, consiguió segundos.
Numerosos manifestantes propalestinos bloquearon la recta final para protestar contra la presencia del
Israel - Premier Tech, cuyos vínculos de patrocinio con Israel se han convertido en un foco de controversia. Ante la creciente preocupación por la seguridad, los resultados fueron anulados, privando a los corredores de la oportunidad de disputar la victoria de etapa.
El trasfondo político fue inevitable. Desde el inicio de la Vuelta, los manifestantes han interrumpido la carrera, acusando a Israel de genocidio en Gaza y señalando directamente la participación del equipo. Las protestas a lo largo del recorrido, incluidos quienes irrumpieron en la calzada delante del pelotón, mantuvieron a los organizadores en constante alerta. En la llegada a Bilbao, el temor a que se rompieran las vallas obligó a tomar la decisión de neutralizar.
Para Tom Pidcock, la medida supuso un duro golpe. El británico había distanciado en dos ocasiones al maillot rojo, Jonas Vingegaard, en lo que muchos consideraron su mejor actuación en la clasificación general, solo para ver cómo su esfuerzo quedaba en gran parte sin recompensa.
Entre los corredores atrapados en medio de la situación estaba
Victor Campenaerts, del equipo
Visma | Lease a Bike, que destacó el trabajo de sus compañeros pese al desenlace. "El plan era ganar la etapa. Sabíamos que sería complicado controlar el ritmo en este recorrido, ya que muchos corredores estarían muy motivados. Dylan van Baarle y Wilco Kelderman hicieron un trabajo fantástico, marcando el paso desde el inicio. Tres corredores fuertes estaban delante, pero pronto se dieron cuenta de que hoy no sería posible".
Campenaerts, pragmático
La neutralización dejó a Campenaerts frustrado pero pragmático. "Desgraciadamente, no hay resultados, pero podemos seguir adelante con confianza. Joao Almeida es el corredor al que más tememos, y hoy le hemos recortado tiempo, así que podemos recordar un ‘buen’ día", dijo. "Lo supimos a diez kilómetros de la última subida, y enseguida todos entendieron cuál sería la situación. Es una pena: nos habría gustado seguir luchando por los resultados. Pero al final, el trabajo no fue en vano, porque ganamos algunos segundos".
El director del Visma, Jesper Mørkøv, coincidió en la valoración. "Tenemos sentimientos encontrados. Teníamos muchas ganas de ganar esta etapa, como todo el mundo pudo ver en televisión, y es una pena que no pudiéramos lograrlo, pero vimos las imágenes en el coche y así son las cosas. Los organizadores nos lo comunicaron con claridad, y nosotros se lo transmitimos a los corredores. No nos corresponde a nosotros juzgar lo que está bien o mal". Y añadió, con cierto matiz estratégico: "No vamos a decir demasiado todavía, porque podríamos volver a intentarlo. Ha corrido con muchísima fuerza. Demostró una vez más lo explosivo que es, y lo vemos claramente como uno de los grandes rivales de Jonas, aunque Jonas también estuvo muy sólido".