Jonas Vingegaard volvió a la competición hace poco acabando segundo y ganando dos etapas en la Cro Race, y en Il Lombardía lideró un ambicioso
Jumbo-Visma. El resultado no fue el esperado: el danés lo dio todo por intentar seguir a los mejores,
Tadej Pogacar y Enric Mas, pero se tuvo que acabar conformando con un top 20.
"Los chicos han trabajado mucho. Por eso, les estoy agradecido", dijo el ganador del Tour de Francia tras la llegada. "Al principio de la carrera, me sentía bien. Confiaba en que tendría un final fuerte porque las piernas eran fuertes". Esto hizo que el Jumbo-Visma controlara la carrera y estableciera un fuerte ritmo en Madonna del Ghisallo para favorecer a los escaladores puros como Vingegaard.
El danés intentó seguir el ataque de Tadej Pogacar en Civiglio, pero no tuvo piernas, cayendo primero al grupo perseguidor de
Alejandro Valverde y, finalmente, más atrás tras sufrir una pájara por el esfuerzo realizado.
"Pero al final, fallé cuando más importaba. Fue un día duro. Para ser sincero, no sé si hubiera podido seguir a los mejores hasta el final si no me hubiera reventado en la persecución después de ese momento crucial", dijo.
Sin embargo, fue una decisión de la que el ciclista del Jumbo-Visma no se arrepiente. "Me faltó un poco de porcentaje. Intenté remontar y darlo todo, pero me reventé a mí mismo. Tenía la opción de ir mucho más a la defensiva para esprintar por el quinto puesto, pero he optado por jugar al todo o nada e ir a por la victoria. Puedo concluir que, sencillamente, no estaba lo suficientemente fuerte como para luchar por la victoria hoy", explicó.
Cruzó la meta en una modesta 16ª posición, al final de una temporada muy exitosa. "Al final de una temporada fantástica, esto no es un desastre. Estaba centrado en ganar esta carrera. Por desgracia, no ha sido así", concluyó.