Con Primož Roglič al frente,
Red Bull - BORA - hansgrohe se presenta al
Giro de Italia 2025 con el objetivo claro de conquistar la maglia rosa. El esloveno, ganador de la edición 2023 y poseedor de cinco títulos en Grandes Vueltas, será el líder indiscutible del conjunto alemán en la primera gran ronda del año, con rivales como los españoles Juan Ayuso y Mikel Landa como principales amenazas en la lucha por la clasificación general.
En caso de repetir el triunfo, no sería una hazaña inédita para el equipo: Jai Hindley, actual gregario de lujo para Roglič, ya se impuso en el Giro de 2022 vistiendo los mismos colores. Su rol esta vez será el de escudero clave, en una formación construida específicamente para maximizar las opciones de su jefe de filas.
"Ya hemos ganado el Giro, hemos sido segundos, y por supuesto estaríamos encantados de volver al podio", afirmó
Ralph Denk, mánager general del equipo, en un comunicado que refleja la ambición con la que afrontan esta edición.
Tras una primavera marcada por contratiempos, Denk reconoce que los resultados en las clásicas estuvieron lejos de lo esperado. Las apuestas en el mercado de fichajes —con incorporaciones como Maxim Van Gils, Oier Lazkano, los gemelos Van Dijke y Laurence Pithie— no se tradujeron en resultados significativos, en gran parte debido a una combinación de lesiones y enfermedades. "No hemos sido capaces de seguir desarrollando los talentos que hemos fichado", admitió Denk, aludiendo a actuaciones discretas en citas clave como el Tour de Flandes y la París-Roubaix.
Aun así, la irrupción de Red Bull como copatrocinador ha sido valorada positivamente. "La decisión sigue siendo muy, muy buena", indicó Denk, aunque advirtió que los procesos internos del equipo todavía requieren ajustes. "Cuando una organización crece, los detalles se vuelven más complejos. Se necesita tiempo para que todos los engranajes funcionen sin fricciones", concluyó.