Tras una primavera de ensueño en la que volvió a consolidarse como uno de los grandes dominadores del calendario ciclista internacional,
Mathieu van der Poel ya enfoca su preparación hacia los objetivos clave del verano: el
Tour de Francia y el Mundial de
Mountain Bike (XCO).
El líder del
Alpecin-Deceuninck, de 30 años, cerró la campaña de clásicas con un palmarés reforzado, destacando su tercera victoria consecutiva en la París-Roubaix, y amplió su legado en los Monumentos. Después de un breve periodo de recuperación, ha retomado los entrenamientos en la Costa Blanca (España), acompañado por su habitual compañero de sesiones, Freddy Ovett.
El próximo compromiso en el calendario del neerlandés es el Bike Festival de Heubach, en Alemania, previsto para el 18 de mayo. Será su primera competición oficial en bicicleta de montaña desde el evento test de los Juegos Olímpicos de París en 2024, y constituye un paso estratégico en su camino hacia el gran objetivo del año: el Mundial de MTB, que se disputará el 14 de septiembre en Crans-Montana (Suiza).
Van der Poel busca completar una gesta única: conquistar el título mundial en MTB, disciplina en la que se formó, y con ello lograr el triplete arcoíris. Actualmente, ya posee el campeonato mundial en ruta de 2023 y siete títulos en ciclocross, consolidándose como uno de los corredores más versátiles y dominantes de su generación.