"El mejor día de su carrera": Gianetti afirma que Pogacar cambió con su derrota ante Vingegaard en el Col de la Loze

Ciclismo
viernes, 26 diciembre 2025 en 11:00
Tadej Pogacar, en rueda de prensa tras una etapa del Tour de Francia 2025
Tadej Pogacar lo ha ganado prácticamente todo. A pesar de tener 27 años, el esloveno está muy cerca de completar el ciclismo. Tiene múltiples clasificaciones generales del Tour de Francia, títulos Mundiales, monumentos... Sin embargo, si hay que señalar el día más importante de su carrera profesional, para Mauro Gianetti fue su derrota ante Jonas Vingegaard en el Col de la Loze en 2023.
En una entrevista con Wielerflits se abordaron muchos temas, incluido su Tour de Francia 2021, donde por primera vez en su carrera se mostró absolutamente dominante.
“Ganar el Tour con 21 años no es fácil si no te llamas Tadej. No le cambió. No fue que de repente se sintiera el rey del mundo. O que se comprara un Ferrari nuevo. No, lo primero que le pasó por la cabeza fue que quería demostrar al año siguiente que era el justo vencedor del Tour. Que quería volver a ganar. Disfruta de sus éxitos, pero su foco siempre está en la próxima carrera”.
Esa concentración continua explica en parte por qué el esloveno ha evolucionado tanto y ha sido tan dominante. En los años siguientes ganó varios monumentos y se convirtió en especialista de los adoquines, sumó dos títulos mundiales, un Giro de Italia y mucho más. Sobre todo, su éxito es ya tan abrumador que es el rostro del deporte, aunque no siempre se le perciba como una estrella transversal.
Tadej no se siente una estrella. No le interesa ser popular. Le da igual. Su interés está en ganar las grandes carreras. Tras cada victoria, se resetea mentalmente”, continúa. “Después de una carrera, no se recrea demasiado en la victoria o la derrota, sino que cambia el foco al mañana, cuando llega un nuevo examen y nuevas oportunidades”.
Tadej Pogacar, tras caer derrotado en el Col de la Loze en el Tour de Francia 2023
Tadej Pogacar perdió el Tour de Francia en 2023 tras caer en el Col de la Loze
“De eso estoy cien por cien seguro. Verás, el segundo Tour que ganó en 2021 fue tan fácil. No se vio obligado a trabajar más, a mejorar”.
Pero en 2022, Pogacar vio cómo Jonas Vingegaard saltaba a su nivel y, en la mítica etapa del Col du Granon, Visma hizo todo a la perfección y lo quebró. Aquello supuso un gran desafío para Pogacar, que de pronto tenía enfrente a un especialista en grandes vueltas aún más sólido.
“Las victorias de Vingegaard sí le obligaron a ir un paso más allá. Le hicieron mucho más serio en su enfoque. Pero es lógico. Ahora está recogiendo los frutos”.
Desde 2024, el nivel de Pogacar ha subido de forma notable y, tras perder dos veces ante Vingegaard, ya ha devuelto el golpe al danés. Pero esos dos años de derrotas en el Tour fueron clave para que el UAE buscara mejorar en otros aspectos del alto rendimiento.

El Col de la Loze y cómo cambió a Pogacar

En 2023, aunque llegó lesionado de la primavera, Pogacar encajó una dura derrota en el Tour en la contrarreloj de Combloux y después con su explosión en el Col de la Loze. “Fue un día importante para todos. Por supuesto que disfrutas las victorias, pero a menudo las lecciones más valiosas llegan con las derrotas. Jonas Vingegaard estuvo impresionantemente fuerte ese día (en la Loze)”.
“¿Honestamente? Para mí, ese fue el mejor día de su carrera”, llega a afirmar Gianetti.
“Un campeón como él, completamente vaciado, llegando a meta siete minutos por detrás del líder, habiéndolo perdido todo… El noventa por ciento de los otros ciclistas habría abandonado ese día y se habría bajado por enfermedad. Habrían dejado el Tour. Él podía haberse retirado. Podía haber llorado. Podía haber mostrado que ya no podía más. Pero ni se le pasó por la cabeza”.
Aquello enterró sus opciones de ganar la Grande Boucle y Vingegaard igualó sus dos triunfos. Sin embargo, fue un mal día que superó en las jornadas siguientes. “Respetó el Tour, al vencedor Vingegaard, a sus compañeros y a sí mismo. Ya estaba mirando hacia delante. Abandonar no entró en su mente ni un segundo”.
“Para mí, ese día demostró que no solo es el mejor corredor, sino también lo especial que es como persona. Aceptó la derrota y quiso pelear por una redención en ese Tour. Tuvo el coraje de perseverar y no elegir el camino fácil. Tres días después ganó la etapa en los Vosgos (etapa 20) y aseguró el segundo puesto en la clasificación general”.
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