La historia y
Mathieu van der Poel se llevan muy bien cuando el neerlandés disputa alguno de los 3 monumentos iniciales de la temporada. El pasado domingo, la estrella de Alpecin volvió a demostrar la leyenda en activo que es al ganar por tercera vez consecutiva la
París-Roubaix.
De este modo, Van der Poel igualó el palmarés de Roubaix del legendario icono de las clásicas suizas,
Fabian Cancellara.
"Fue el merecido ganador", reflexionó Cancellara sobre la carrera en conversación con Sporza, subrayando que, a pesar de la mala fortuna de los rivales de Van der Poel, sobre todo del campeón del mundo Tadej Pogacar, la carrera siempre tuvo visos de acabar con el líder del Alpecin-Deceuninck celebrando una vez más al cruzar la meta en el velódromo. "La caída de Pogacar fue desafortunada, pero al final Mathieu demostró que era el más fuerte".
"Ahora tendrá que pagar la cena a todos los triples -o más- ganadores", añadió Cancellara entre risas, ya que, como se ha mencionado, también ha conseguido triunfar en el "Infierno del Norte" en tres ocasiones a lo largo de su carrera.
"Por supuesto, cada vez es más difícil con la nueva generación, pero Mathieu sigue siendo el ciclista del momento. Es el legítimo rey de las clásicas. Todo lo que puedo decir es: chapó", sentenció.
La sorpresa de Wout van Aert
Sorprendentemente, Cancellara se mostró más impresionado con Wout van Aert, de Visma - Lease a Bike, que con cualquier otro corredor. El belga ha tenido unos meses complicados, pero ha conseguido revalidar su 4º puesto del Tour de Flandes con un 4º puesto en la París-Roubaix.
"Incluso más que a Pogacar o Van der Poel, que una vez más hicieron lo que siempre hacen, observaba de cerca a Wout", explica la leyenda suiza. "Todo el país está pendiente de él y las expectativas son enormes, pero me alegró verle ahí arriba en el final. Sé lo que se siente en esa situación, y fue estupendo verle seguir luchando y no rendirse nunca".