Julian Alaphilippe ha tenido un 2022 difícil y el 2023 no está siendo muy diferente. En el seno del
Soudal Quick-Step sigue existiendo la creencia de que el francés volverá a su mejor nivel después de que varias lesiones y enfermedades le impidieran entrenar adecuadamente durante muchos meses.
"Julian ha tenido mucha mala suerte, no fue fácil continuar después de aquella caída en Lieja. Si pierdes meses en tu carrera, lo notarás en las carreras", declaró
Davide Bramati, Director Deportivo del equipo, a TuttoBiciWeb. "Le falta una base de solidez y constancia, en comparación con años anteriores. Pero es un chico que ha ganado mucho y espero que vuelva a ganar".
La resistencia ha sido notablemente un problema para el francés este año. Aunque ha conseguido motivadoras victorias en la Clásica Faun-Ardèche y en el Criterium du Dauphiné, ha tenido problemas en las metas más significativas. Estuvo lejos de las expectativas en las clásicas de primavera, y en el Tour de Francia se mostró muy activo pero a menudo se quemó muy al principio de las etapas, para luego explotar cuando empezó la lucha por las victorias. Sin embargo, en la Clásica de San Sebastián y en el Mundial, donde sería un aspirante, abandonó en ambas -en esta última, una vez más, tras atacar muy pronto-.
"En el Tour vimos a Julián esforzándose cada día, pero el nivel era muy alto. Si pierde una semana durante este tiempo, parecerá que lleva un mes de retraso", argumenta Bramati. El francés tiene contrato hasta 2024 y el italiano está deseando que el ex campeón del mundo vuelva a disputar las carreras más importantes: "Estoy convencido de que volverá. Ahora ha hecho una temporada sin problemas y puede sentar las bases el próximo invierno. Luego ya se verá el año que viene".