Zdenek Stybar lleva mucho tiempo retrasado por culpa de una lesión de larga duración, pero con la posibilidad de haberse curado en los últimos meses, está deseando volver a competir a un alto nivel y demostrar su valía en el
Jayco-AlUla.
"Debido a la compresión en la arteria femoral, era imposible actuar. En cuanto teníamos que subir una cuesta en algún sitio, no podía hacer nada. Ya no había fuerza en las piernas. No podía soportarlo más", dijo Stybar a Wielerflits. "Pensé que podría ser la edad. Que el cuerpo no te deja sufrir más o algo así. Estaba lleno de preguntas y dudas. He hecho analizar todos mis entrenamientos de los últimos años. Para ver si podíamos aprender algo de aquello, porque tal y como corría entonces, ya no era necesario para mí. Prefería parar, pero claro, no quería hacerlo así".
Stybar pasó años difíciles a comienzos de la década de 2020, una compresión de la arteria femoral detuvo con frecuencia sus actuaciones, tanto en los entrenamientos como en las carreras. Esto le llevó a la inconsistencia, y finalmente no renovó con Soudal Quick-Step pero se le dio una oportunidad de continuar en el World Tour esta temporada con el Jayco-AlUla. Sin embargo, no rindió durante toda la primavera con el equipo australiano.
Tras más análisis con un médico, le dijeron que se tomara un tiempo libre de la bicicleta para mejorar la situación de su arteria, lo que en última instancia podría solucionar el problema de salud. "Por primera vez en mi vida no se me permitió hacer ejercicio durante cuatro semanas. Eso es ahora. La recuperación fue mucho mejor de lo que esperaban los médicos", añade positivamente.
Stybar retomó los entrenamientos a mediados de julio y ha vuelto a la competición -después de la Amstel Gold Race- esta semana en la Arctic Race de Noruega. Su estado de forma es aún modesto, pero ha sido parte de la acción en los días de colinas, y busca construir rápidamente la forma con el fin de seguir siendo capaz de perseguir resultados en el final de la temporada. "He pedido a la dirección del equipo que me ponga en tantas carreras como sea posible. Serán sobre todo carreras de un día en Bélgica. Realmente no me importa dónde corra. Sólo quiero correr".
El corredor de 37 años está en año de contrato y no será fácil asegurar su futuro al más alto nivel. Está motivado para hacerlo y aún le queda alrededor de mes y medio de carreras para poner las cartas sobre la mesa. "No he podido correr, así que todavía no he podido demostrar nada. Se verá en las próximas semanas. No estoy dispuesto a parar. Si depende de mí, seguiré corriendo un tiempo. Bastante he hecho en los últimos tres años como para no ponerme nervioso por un contrato que expira", concluyó.