El
Tour de Francia 2025 ha introducido recientemente
una novedad de cara a su etapa final en París. En vez del tradicional paseo triunfal con lucha entre velocistas, este año el maillot amarillo se peleará hasta el último kilómetro con la presencia de la triple subida a Montmarte.
Para
Tadej Pogacar y
Jonas Vingegaard, los dos máximos favoritos a ganar este próximo Tour de Francia, es un día más de agobio. Pero no hay duda de que, para el aficionado, es un aliciente más de cara a una jornada que, normalmente, no ha tenido más historia que el baño de masas del maillot amarillo.
El director de la Grande Boucle,
Christian Prudhomme, se ha pronunciado sobre esta novedad. El máximo del Tour cree que esta subida adoquinada impulsará todavía más la reputación de la mejor carrera del mundo:
"Esto aumentará el prestigio del Tour de Francia en todo el mundo. Permite al ciclismo ampliar aún más su leyenda. Era obvio para nosotros que queríamos hacer algo grande para el 50 aniversario de la primera llegada en los Campos Elíseos", dijo Prudhoome en palabras a Sporza.
Christian Prudhomme, director del Tour de Francia.
La subida final del Tour que mete miedo
En la etapa final, se darán 3 vueltas a un circuito por París. En la última de ellas, la subida final a Montmarte se realiza a 6 km de meta, provocando una conclusión del Tour de Francia totalmente novedosa:
"Garantizará el regreso de la gloriosa incertidumbre de este deporte. Tengo un sueño loco. El único corredor que ha podido ganar de amarillo (en los Campos Elíseos) es Bernard Hinault, en 1979 y 1982. Este recorrido abre la puerta a que eso vuelva a suceder", añadió Christian Prudhomme.
"Lo que es bueno para el Tour de Francia también lo es para los campeones. Cuando Henri Desgrange incluyó el Tourmalet y los Pirineos en el recorrido por primera vez en 1910, tampoco a todo el mundo le entusiasmó. Ahora forman parte de la leyenda del Tour", concluyó sobre las críticas.