La etapa 18 del
Tour de Francia presenta 5500 metros de desnivel acumulado y tres ascensos de categoría especial. El Col du Glandon, el Col de la Madeleine y el Col de la Loze podrían ser la combinación de subidas más brutal de toda la carrera, y tal vez la mayor oportunidad para que
Jonas Vingegaard destrone a
Tadej Pogacar.
En el pasado, Pogacar fue soltado por Sepp Kuss en ambos ascensos al Loze, en 2020 y 2023, y el estadounidense —en gran forma— podría volver a ser un problema en esta larga subida alpina, donde hace dos años Pogacar se hundió por completo, cediendo terreno y allanando el camino para la segunda victoria de Vingegaard en el Tour.
En 2025 el contexto es bastante distinto, con Pogacar llegando a la carrera como campeón defensor tras una edición 2024 dominante y un Tour 2025 igualmente sólido hasta la tercera semana. Sin embargo, en la etapa 16 ambos parecieron estar más igualados, y quizás ahora el duelo entre los dos mejores escaladores del pelotón esté más equilibrado.
Vingegaard realizó una actuación monstruosa en el Mont Ventoux, y aunque Pogacar lo atacó en la parte final del ascenso, no logró marcar diferencias. Esto ha renovado las esperanzas en el equipo Visma | Lease a Bike de que la diferencia pueda lograrse en los Alpes, donde esperan dos etapas de altísima exigencia.
El Col de la Madeleine, con sus 19 kilómetros al 8% de pendiente media, es un puerto donde se pueden causar estragos, pero será la llegada en alto —por encima de los 2300 metros de altitud— donde se definan los mayores golpes en la lucha por la clasificación general.
La subida final, de 26,5 kilómetros al 6,4% de media, exigirá más de una hora incluso a los mejores escaladores, con rampas muy duras en su parte final. Una diferencia de 4:15 minutos separa a ambos corredores, en una etapa que podría quedar grabada en la historia del Tour.