Julian Alaphilippe, un corredor muy apasionado, ha recuperado su buena forma y será uno de los grandes favoritos para la
Strade Bianche de este sábado. Habla de su deseo de ganar el
Tour de Flandes y de correr en las clásicas italianas.
"El Tour de Flandes está justo detrás de la Strade Bianche en mis carreras favoritas. La que sueño con ganar, por supuesto, es Flandes primero, porque ya he ganado la Strade Bianche"; dijo Alaphilippe a Eurosport Francia. "Son carreras en las que hay ambiente. Especialmente la Ronde en Bélgica... Por eso corro en bicicleta, para ganar este tipo de carreras que trascienden el deporte por su dificultad, su historia, el público. Sientes que si ganas eso, es otra cosa. Si gano Flandes, ¡seré feliz!".
"El año que gané fue en 2019 con [Jakob] Fuglsang. Una carrera muy dura, salimos lejos de meta, hacía calor. Solo creí realmente en la victoria en la cima de la última subida adoquinada antes de llegar a la Piazza del Campo. Me hice daño de verdad para ganar, eso fue algo", recuerda. "El año con Mathieu (2021, ed.), otra gran carrera. Con él cuando ataca o cuando ataco yo, cuando la carrera es desenfrenada, siempre es duro. Fue realmente impresionante, recuerdo que me costó recuperarme después de cada sector".
En 2023 tendrá a van der Poel en la línea de salida, pero el peligro podría surgir de otros corredores en forma como Tom Pidcock y Tim Wellens. Alaphilippe lidera un fuerte Soudal - Quick-Step que cuenta con Andrea Bagioli y Mauri Vansevenant como outsiders. El francés habla de que, a pesar de sus objetivos en las clásicas, pretende seguir siendo un corredor ligero.
"No quiero ganar peso para ser mejor en los adoquines. Sigo con mis cualidades. Hice esfuerzos para tratar de recuperar un poco [mi peso] este invierno, pero fue debido a la temporada pasada con las caídas y todo, había perdido mucho músculo y potencia", dijo. "He trabajado en ello este invierno, me siento mejor. Es algo que me hizo sentir bien, pero no fue un aumento de peso planeado para estar mejor en los adoquines."
"Apuesto por mi pegada, cuando estoy realmente al 100%, soy muy versátil. No por engordar cinco kilos me convertiré en un verdadero velocista. También tengo mucho que perder", prosigue. Su especialidad como puncheur le ha valido muchos triunfos en el pasado, y sigue creyendo que su fuerza reside en las subidas cortas, donde puede lograr las victorias que desea.
En cuanto a la Strade Bianche, comenta: "Creo que es mi carrera favorita... el ambiente, el campo, las vistas. La Toscana es un lugar increíble en Italia. Me gusta cuando llego a Italia para hacer la secuencia Strade Bianche, Tirreno-Adriático, San-Remo. Para mí marca el comienzo de la temporada. Es una carrera atípica, en pocos kilómetros puede pasar de todo".
Una carrera traicionera, los sectores de carretera blanca serán bastante peligrosos, como él mismo sabe, ya que el año pasado dio una voltereta sobre su bicicleta en una caída a gran velocidad. El ex Campeón del Mundo busca la revancha, pero sobre todo conseguir su primera gran victoria en casi un año.