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Movistar Team ha vivido una temporada 2025 bastante complicada. Empezó muy fuerte, pero ha ido de más a menos. Sin embargo, eso no le ha impedido tener varios momentos extremadamente positivos durante el curso. El principal ha sido, sin ningún tipo de dudas, Iván Romeo, pero no es el único.
Jon Barrenetxea también ha dejado buenas sensaciones a lo largo de la campaña.
El vasco arrancó su temporada en las primeras clásicas españolas del mes de enero. Fue 15º en el Gran Premio Castellón - Ruta de la Cerámica, 51º en la Clàssica Comunitat Valenciana 1969 - Gran Premi València, 6º en el Trofeo Calvia y 4º en el Trofeo Serra Tramuntana, únicamente por detrás del alemán Florian Stork, el italiano Martin Marcellusi y el noruego Markus Hoelgaard.
Encadenó inmediatamente con el Trofeo Andratx - Pollença, que no tuvo resultados, fue 26º en el Trofeo Palma, 56º en la Vuelta a la Región de Murcia "Costa Cálida" y 21º en la Clásica Jaén. Después de eso, terminó el mes de febrero en la Vuelta a Andalucía, consiguiendo su única victoria de la temporada en la última etapa y terminando 3º en la clasificación por puntos.
Tras haber quedado después de Maxim van Gils y Tom Pidcock en la regularidad de la Ruta Ciclista del Sol, se preparó para las famosas clásicas de primavera. Fue 83º en la Omloop Nieuwsblad, 28º en la Kuurne - Bruselas - Kuurne, un maravilloso 20º puesto en la Milán-San Remo, el primer Monumento del año, 59º en la E3 Saxo Classic y no pudo terminar la Gante-Wevelgem, viéndose obligado a abandonar.
Una segunda mitad de temporada llena de carreras para Barrenetxea
De regreso a España, finalizó 30º en el Gran Premio Miguel Indurain y disputó la Itzulia del País Vasco, en casa, consiguiendo un 16º lugar en la segunda etapa, siendo con muchísima diferencia su mejor actuación en la carrera. Tras tres semanas de parón, se subió al podio de una prueba WorldTour como la Eschborn-Frankfurt, junto a Michael Matthews y Magnus Cort, en uno de sus mejores resultados.
Fue su última competición de preparación antes del Giro de Italia, donde acabó en tres ocasiones entre los 30 primeros, pero nunca pudo cruzar la línea de meta en el Top 20. También fue 21º en la clasificación de los jóvenes, porque hay que recordar que Barrenetxea tiene todavía 25 años. En junio participó también en el Baloise Belgium Tour, siendo 12º en una etapa y 22º en la general.
Cerró el mes con una discreta 39ª posición en la prueba en línea del Campeonato de España. En julio, fue 17º en la Clàssica Terres de l'Ebre, 28º en la Prueba Villafranca - Ordiziako Klasika y 25º en la Vuelta a Castilla y León. Mientras que en agosto, corrió mucho más. Empezó con un 7º puesto en el Circuito de Getxo - Memorial Hermanos Otxoa, antes de marcharse a la Vuelta a Burgos.
Allí terminó 13º y 16º en dos etapas distintas, antes de ser 12º en el Circuito Franco-Belga y 21º en la ADAC Cyclassics. En la Vuelta a Alemania, volvió a conseguir uno de sus mejores resultados, siendo 5º en una etapa 29º en la general, 19º en la clasificación por puntos y 15º en la de los jóvenes. Terminó agosto con un 79º en la Bretagne Classic - Ouest France.
Para terminar la temporada, se marchó a Canadá para disputar los Grandes Premios de Québec y Montréal. Abandonó en los dos y regresó a Europa para las clásicas italianas del mes de octubre. Fue 41º en la Coppa Agostoni y 27º en la Coppa Bernocchi, antes de dar por concluidos unos 12 meses que generan grandes expectativas para él de cara a la temporada 2026.
Jon Barrenetxea, celebrando su victoria en la Vuelta a Andalucía 2025