Tadej Pogacar no pudo dejar a Jonas Vingegaard en la etapa previa al día de descanso, aunque parece que su ataque fue más bien una forma de defenderse de los continuos movimientos de Visma con Jorgenson y Kuss que de otra cosa.
Tras la carrera y tras perder el liderato del
Tour de Francia explicó lo que hizo al final de una etapa en la que no hubo diferencias:
"Se estaban volviendo un poco molestos con todos los ataques, así que decidí esforzarme más yo mismo. También alcanzamos a Lenny Martínez en la escapada, y me aseguré de que cruzara la meta por delante de mí; significa mucho más para él".
Dejó claro que no fue un día en que los puertos fueran largos como para generar diferencias en la general y que lo más gordo de la Grande Boucle está por venir:
"Definitivamente intentaron hacer algo hoy, pero yo tenía buenas piernas, y las subidas no fueron lo suficientemente duras como para crear mayores diferencias. Todavía queda mucho por venir."
Sobre UAE, que no lo está pasando bien últimamente entre abandonos y enfermedades, comentó lo siguiente:
"Nunca es fácil ceder el maillot amarillo, por supuesto, pero... Ayer perdimos a João Almeida, y Pavel Sivakov sigue recuperándose de una enfermedad. Nuestro objetivo hoy era evitar que Visma lanzara ataques - o al menos neutralizarlos - y hemos ejecutado esa misión a la perfección. En cierto modo, es realmente agradable no tener el maillot amarillo ahora mismo."