Ha pasado un año desde el accidente que cambió su vida para siempre, y
Egan Bernal ha detallado su nueva perspectiva de la vida en una reciente entrevista.
"Creo que hoy hace exactamente un año, pero la verdad es que cuando salí del quirófano era lo último en lo que pensaba", dijo Bernal a Eurosport. "Pasé muchas horas en el quirófano. Incluso me dijeron que algunos pensaban que estaba muerto, y también había muchas posibilidades de que me quedara en una silla de ruedas, así que realmente no pensé que pudiera volver a subirme a una moto".
"En lo único que pensaba era en vivir y estar con mi familia", asegura. Bernal chocó contra un autobús estacionado a gran velocidad y sufrió decenas de fracturas en el cuerpo como consecuencia. Le habían dado un 95% de posibilidades de fallecer o quedar parapléjico, un panorama muy negativo tras el accidente que le ocurrió cerca de casa, en Colombia, mientras salía con sus compañeros de equipo.
"Los primeros días tienes que aprender a caminar de nuevo, es súper complicado. Poder comer, simplemente lavarme la boca, poder ducharme. Esas fueron las primeras cosas que tuve que aprender", detalla. "Y sólo para eso tardé dos meses. Así que imagínate si sólo caminar, lavarte la boca, te lleva dos meses, entonces cuánto tiempo me va a llevar volver a un nivel competitivo en un pelotón... fueron horas de trabajo. Pero tuve el apoyo de mi familia, de todo el equipo y fue un gran esfuerzo de equipo."
Sin embargo, lo que sucedió fue que Bernal, milagrosamente, ha logrado prosperar a pesar de los muchos problemas de salud que tuvo que soportar. En agosto, menos de siete meses después del accidente, regresó a la competición en la Vuelta a Dinamarca, un logro asombroso para una persona a la que se le daban muy pocas posibilidades de volver a una vida normal tras el accidente.
"A veces te encierras en el ciclismo y piensas que el ciclismo lo es todo. Para mí no es así. Después del Tour de Francia de 2019 me obsesioné con el Tour", dice. Bernal apuntará al Tour de Francia este año, y actualmente está probando sus piernas en la Vuelta a San Juan.
"Si no ganara el Tour sería el fin del mundo y la realidad no es así. Después del ciclismo tengo una vida, una vida normal como tú o como cualquier otra persona. El ciclismo es obviamente una parte muy importante de nuestras vidas, somos profesionales y amamos el ciclismo, pero todos tenemos una madre, un padre o alguien que nos espera en casa y eso es mucho más importante que el Tour de Francia", reconoce.
"Cuando estás en esta situación, es más valioso estar vivo. Cuando vi a Vingegaard ganar el Tour me alegré por él. Yo tengo mi propia vida, y cada uno vive su propia situación. No había lugar para la frustración, sólo estoy agradecido a la vida por estar aquí y poder hacer lo que más me gusta, que es montar en bicicleta, contar mi historia e inspirar a la gente con ella."
El colombiano verá cuál es su verdadero nivel en los próximos meses, después de un invierno que consideró exitoso, y de tener números similares a los de años anteriores. "No significa que haya perdido la ambición y las ganas de ganar, porque sigo queriendo ganar y me levanto cada mañana con el objetivo de ser el mejor, pero si no lo consigo no pasa nada".
"Tengo a mi familia, a mi perro esperándome en casa feliz de verme, no importa si gano aquí en San Juan o no. Y voy a dar la mejor versión de mí mismo. Voy a ser profesional. Si hay alguno mejor... Remco, Pogacar, Vingegaard... son los mejores del mundo. ¿Qué puedo hacer?" dijo.
"Lo importante para mí es inspirar a la gente que quizá está sufriendo como yo y decirles que pueden dejar atrás esos momentos. Me gustaría estar en el Tour a un buen nivel y dar lo mejor de mí mismo y ver hasta dónde puedo llegar. Me gustaría hacerlo bien y esa es la razón por la que me levanto cada mañana", concluyó Bernal.