João Almeida: "Las caídas se deben más a la actitud de los corredores y no tanto a los organizadores"

João Almeida es un corredor que ha rendido a gran nivel durante todo 2025 y rara vez se ha visto afectado por caídas. Pero esto sí ocurrió en el Tour de Francia, lo que desembocó en su abandono en un objetivo clave. El portugués cree que la responsabilidad de las caídas recae sobre todo en la actitud de los corredores del pelotón.

“Mi opinión es que las bicicletas son más rápidas que nunca. El estrés en el pelotón también es muy alto. Creo que se debe principalmente a la actitud de los corredores”, dijo Almeida en una entrevista con Sigma Sports. “Creo que falta respeto en el grupo. A la gente no le importa demasiado si se cae, no piensa realmente en la seguridad. Es lo que siento.”

En los últimos años se ha intensificado la tendencia de caídas en carrera, al margen del nivel, afectando a muchos corredores y alimentando un debate general sobre la seguridad y cómo mejorarla. Aunque medidas como una tarjeta amarilla, por ejemplo, podrían cambiar ligeramente el comportamiento en los sprints masivos, nada parece haber frenado la tendencia.

La razón se encuentra en gran parte en la creciente profesionalización y el enfoque de corredores y equipos, que dan más importancia a la colocación en los momentos clave, lo que aumenta la tensión y el contacto a alta velocidad. Los equipos pequeños tampoco se resignan a quedarse atrás, y a menudo se libra una auténtica guerra por entrar en cabeza en puertos, tramos de adoquines o zonas peligrosas.

Pero, en general, también se percibe que los ciclistas están dispuestos a asumir cada vez más riesgos. “En mi opinión, las caídas vienen más de la actitud de los corredores y no tanto de las organizaciones. Creo que que las bicis sean más rápidas no significa gran cosa”.

De ahí que Almeida crea que varios de los cambios propuestos por la UCI o incluso por los aficionados difícilmente marcarán la diferencia. Porque, al final, son los corredores quienes eligen asumir los riesgos, y la solución probablemente pase por reducir la agresividad en el pelotón.

“Soy un tipo al que le gustan los coches. A veces voy a circuito. He rodado a 300 kilómetros por hora. Y no me estrello. Tengo frenos, puedo frenar cuando quiera. Si vas a 70 en una bici de carretera, frenas un poco antes, ¿sabes? Y ahí entra el sentido común.”

“Creo que hoy en día quizá sea más importante que algunos corredores hagan como un curso, trabajar curvas y descensos, para saber lo que están haciendo”, sugiere Almeida. “Porque si vas más rápido, también necesitas más habilidad”.

Tuvo un recordatorio contundente en el Tour de Francia de este año, cuando formó parte de una caída a alta velocidad en un descenso cerca del Mur-de-Bretagne, en la etapa 7. La pelea por la colocación y la velocidad en el pelotón desembocaron en una montonera con consecuencias.

“Si tienes algo de sentido común y respetas a todos, y, ya sabes, no quiero tirar a nadie ni caerme yo, quizá freno un poco antes para estar seguro. Y luego puedo apretar en la subida o donde toque. Pero claramente no es la mentalidad ahora mismo, aunque es lo que pienso”, concluyó.