El jefe del
Groupama - FDJ,
Marc Madiot, ha decidido dejar fuera del Tour de Francia
Arnaud Démare. Es curioso que los egos de los galos (se sabe que
David Gaudu no quería a Démare ni en pintura en el equipo) dejen sin opciones de triunfo en esprints en un Tour con 7 u 8 posibles llegadas en llano.
"Este es un segundo golpe duro, después de que me dijeran antes que mi empleo en el Groupama-FDJ llegará a su fin", revela el velocista francés en una conversación franca y honesta con L'Équipe. "No se dijo literalmente así, pero el mensaje era claro. Madiot vino a verme y me dijo: no podemos retenerte. Eso fue todo".
Para Demare, perderse la Gran Vuelta de casa por segundo año consecutivo es un trago amargo. Sobre todo porque siente que ha demostrado tener buenas piernas. "Estoy enfadado y deprimido, ya que he trabajado muy duro para estar bien para el Tour. Tuve que hacer ciertos sacrificios durante el periodo invernal", explica. "Sabía desde hace tiempo que sólo tendría un compañero para los esprints. No era una competición en absoluto entre Thibaut y yo. Una buena colaboración con Pinot y también con David Gaudu era ciertamente posible".
Madiot, por su parte, ha intentado aliviar la tensión explicando su razonamiento: "Comprendo su decepción. También ha sido una decisión muy difícil. "Lo siento por los ciclistas, pero tengo que pensar ante todo en los intereses del equipo", afirma Madiot. "Es una decisión deportiva y al final tengo que formar el mejor equipo. Los corredores tienen puntos fuertes, pero también débiles".