Puede que no ganara la etapa ni se enfundara el maillot amarillo en la primera jornada del
Tour de Francia 2025, pero
Mathieu van der Poel se mostró tan satisfecho como cualquiera tras cruzar la línea de meta, después de haber contribuido decisivamente a que su compañero en el Alpecin-Deceuninck,
Jasper Philipsen, no solo se llevara la victoria de etapa, sino también el maillot amarillo.
"Fue un día estresante, pero nunca se torció del todo", comentó el neerlandés en su entrevista posterior, visiblemente feliz por haber ayudado a su compañero a conseguir posiblemente el mejor resultado de su carrera. "A falta de 30 kilómetros, Visma lanzó un movimiento y teníamos a varios compañeros allí. Sabíamos que era una oportunidad única. Cuando el ritmo bajó, intenté mantener la velocidad lo mejor posible y, con un grupo reducido, es más fácil ejecutar el lanzamiento de forma perfecta". Junto a Kaden Groves, Van der Poel hizo justamente eso: colocar a Philipsen en la posición ideal para lanzar su sprint hacia la meta.
La tarea fue algo más sencilla para Philipsen, ya que Tim Merlier y Jonathan Milan no estaban en el grupo cabecero. "Por los auriculares supimos enseguida quién estaba con nosotros y quién no. Esa es una de las ventajas del Tour, donde esa información se transmite muy rápido por radio", explicó Van der Poel sobre la decisiva selección. "Esta mañana dije que una primera etapa como esta nunca puede salir perfecta, pero las circunstancias hicieron que funcionara".
"El equipo me ha dado muchas victorias importantes, así que es fantástico conseguir ahora la etapa y el maillot amarillo con Jasper", concluyó con una gran sonrisa. "Es un triunfo muy importante para todo el equipo. Conocemos nuestras fortalezas como grupo y vamos a por todas; así es como trabajamos".