Chloé Dygert ha tenido unos últimos años de los más complicados que puede tener una ciclista profesional. Una terrible caída en el Mundial de 2020 la dejó fuera de competición más de 2 años. El año pasado, sufrió una infección por el virus de Epsetein-Barr y tuvo que someterse a una operación de corazón. Después de todo, ganó el oro en el Mundial de contrarreloj 2023.
Sin embargo, otro contratiempo por lesión retrasó su inicio de esta temporada, ya que sólo pudo comenzar su campaña 2024 el jueves en la
Clásica Brujas-La Panne, donde terminó en un impresionante sexto puesto en el sprint que ganó Elisa Balsamo.
En declaraciones a su equipo
Canyon/SRAM antes de la carrera, la ciclista estadounidense se mostró optimista sobre su regreso a la competición, ya que, según dijo, "tuve un pequeño contratiempo en diciembre que retrasó mi inicio en la competición en 2024. Al final, fue una bendición oculta. Me ha permitido afrontar mejor mis grandes objetivos de la temporada".
Sobre su estado de forma de cara a la carrera, Dygert afirmó: "Estoy contenta con los progresos que he hecho hasta ahora. Estoy emocionada por volver a ponerme un dorsal en la espalda. Siempre es difícil determinar tu estado de forma hasta que compites. Ahora mismo, estoy agradecido por estar sano y poder competir".
Tras la carrera, Dygert reaccionó a su buen resultado en la carrera de su regreso, afirmando que "¡hoy ha sido un día duro! Estoy contenta de haberme acostumbrado al pelotón. Estaba en una buena posición en los últimos 3 km, pero sin una buena ventaja es muy difícil no malgastar energía. Gasté demasiada energía intentando mantener la posición y acabé sexto. Espero mejorar en cada carrera".