Bradley Wiggins lleva más de seis años retirado, y su vida ha experimentado cambios significativos desde sus días en el pelotón. Recientemente, reveló algunas duras verdades sobre su carrera ciclista.
En 2012, logró la hazaña única de ganar tanto el
Tour de Francia como un oro olímpico, pero describió esa etapa como "horrible en muchos sentidos" durante su charla en Cambridge Union. Supuso un cambio trascendental en su vida y, con el paso del tiempo, "iba y venía fugazmente y deseaba que no hubiera sucedido, mi vida nunca volvió a ser igual".
Destaca que la comunidad ciclista no es tan pintoresca como parece externamente, y que existe una intensa competencia entre los miembros del equipo. "Estás ahí para que te disparen todos los demás, también tus compañeros de equipo. Tienes que ser egoísta, tienes que poner a todos los demás en segundo lugar".
"Tu vida es el centro del mundo para todos los que te rodean. Y todos tienen que soportarlo porque esto es lo que tienen que hacer, este es el sacrificio que tienes que hacer", continuó.
Habló de cómo ha optado por alejarse del ciclismo y busca ahora nuevos rumbos en su vida. "He estado demasiado involucrado en el ciclismo durante muchos años. Quería hacer otra cosa. Las cosas llegan cuando menos te las esperas", concluyó Wiggins.