En las últimas cinco ediciones, Annemiek van Vleuten ha terminado cuatro veces en el Top 4 de la Amstel Gold Race y ha subido al podio en tres. Aún así, en su país natal, la veterana busca una victoria en una de las pocas clásicas principales que le quedan por disputar en su último año como profesional.
"Cuando me he levantado esta mañana, he pensado: ¡qué temprano! Pero enseguida pensé: No debería pensar eso, porque es la última. Es el momento de brillar", dijo van Vleuten en la línea de salida esta mañana a L1. "No será necesariamente divertido, porque las carreras siempre vienen con cierta presión, quieres rendir. Disfrutaría más si el año que viene hiciera la versión itinerante. Pero me motiva más".
Es una carrera que se adapta mejor a algunas de sus rivales, pero la corredora del Movistar sigue siendo una escaladora brutal. Aunque son cortas, habrá muchas oportunidades de hacer daño y van Vleuten lo sabe: "Siempre tengo un plan, pero siempre tengo que correr con el corazón. Tampoco es un plan muy ajustado".
"Eso tampoco es posible aquí, porque no hay un solo momento en el que piense: tengo que ir allí. Si hubiera una subida de diez minutos o la Camerig, por ejemplo, pensaría: allá voy. Ahora son todas subidas demasiado cortas, así que tengo que confiar un poco en el recorrido y elegir el momento adecuado", concluyó.