En 2024, Tadej Pogacar protagonizó quizá la temporada ciclista más extraordinaria jamás vista. Además de lograr la triple corona (Mundial, Tour de Francia y Giro de Italia), en 58 días de competición el esloveno ganó 25 carreras. Logró el doblete Giro-Tour, el primero desde Pantani en 1998. Además, redondeó con dos monumentos y la Strade Bianche.
Sin embargo, Pogacar se enfrenta ahora al reto de dar continuidad a esta temporada histórica en 2025. La leyenda del ciclismo Miguel Induráin advirtió recientemente: "Cuando empieza una temporada, lo que ganaste el año anterior no vale nada", lo que pone de relieve la inmensa presión a la que se enfrentará Pogacar para mantener su corona.
Matteo Jorgenson también señaló que no hay "ninguna garantía" de que Pogacar mantenga el mismo dominio, especialmente con corredores como Jonas Vingegaarda intentando aprovechar cualquier vulnerabilidad.
Por supuesto, con la inmensa capacidad de Pogacar, será el favorito en casi todas las carreras en las que participe el año que viene. Pero, ¿cómo les ha ido a los anteriores ganadores de la triple corona después de lograr la hazaña más difícil del ciclismo? Junto con los compañeros de CyclingUpToDate, lo analizamos.
Eddy Merckx se convirtió en el primer hombre en ganar la triple corona en 1974, y la hazaña sigue siendo uno de los logros más célebres del ciclismo. Ese año, Merckx ganó el Giro de Italia, el Tour de Francia y el Mundial de fondo en carretera, demostrando su dominio en todos los terrenos a lo largo de un año récord. Sin embargo, la temporada de 1974 no empezó de forma tan impresionante. Merckx tuvo problemas de salud a principios de año y no pudo ganar un clásico de primavera por primera vez en su carrera. A pesar de participar en el Giro en baja forma, logró la victoria, seguida de una victoria en el Tour de Francia, incluso después de someterse a una operación de un quiste sebáceo sólo cinco días antes del comienzo de la carrera.
Pero, ¿cómo le fue a Merckx en 1975? Al principio, las cosas parecían prometedoras. Ganó la Milán-San Remo y la Amstel Gold Race, dos prestigiosas carreras de un día. La Milán-San Remo, en particular, tiene un gran significado para Pogacar, que ha dejado claro que está desesperado por añadir esta carrera a su palmarés. Como sabrán los seguidores de Pogacar, esta carrera sigue siendo uno de sus principales objetivos, y una victoria en ella en 2025 podría permitirle empezar el año con buen pie.
Sin embargo, la forma de Merckx empezó a decaer después de la primavera, a diferencia de lo ocurrido el año anterior. Los corredores empezaron a resentirse del dominio de Merckx y esperaban que persiguiera todos los ataques, lo que frustraba a la estrella belga. Sufrió un resfriado y amigdalitis durante la primavera, lo que le obligó a saltarse el Giro de Italia. En el Tour de Francia, Merckx fue derrotado por Bernard Thévenet, lo que marcó un punto de inflexión en su carrera. Sorprendentemente, después de la triple corona de 1974, Merckx no volvió a ganar una Gran Vuelta, y su Campeonato del Mundo de 1974 fue su tercer y último maillot arco iris. Las señales de advertencia para Pogacar son claras: mantener tal dominio año tras año no es tarea fácil.
La temporada 1987 de Stephen Roche es uno de los años más memorables de la historia del ciclismo. El irlandés se convirtió en el primer corredor de fuera de Europa continental en ganar el Giro de Italia, adjudicándose tres etapas. En el Tour de Francia, se impuso a Pedro Delgado y Jean-François Bernard y se hizo con su primer y único maillot amarillo. Roche completó la triple corona ganando el Mundial de ruta en Austria, una temporada tan excepcional que en septiembre de 1987 se le concedió la libertad de Dublín.
Sin embargo, 1988 marcó el comienzo de un brusco declive para Roche. La reaparición de una lesión de rodilla arruinó su inicio de temporada, y sus resultados reflejaron este declive. Sus mejores resultados fueron un sexto puesto en el Tour de Gran Bretaña y un octavo en el Tour de Irlanda. Ese año no participó en ninguna Gran Vuelta, lo que supuso una sorprendente caída en desgracia teniendo en cuenta la heroicidad de su triple corona un año antes.
La suerte de Roche no mejoró mucho en los años siguientes: terminó noveno en el Giro de Italia de 1989 y se retiró del Tour de Francia de ese mismo año debido a sus persistentes problemas de rodilla. Su mejor resultado en Grandes Vueltas después de 1987 fue un noveno puesto, que logró en los Giros de 1989 y 1993 y en el Tour de Francia de 1992, pero un puesto entre los 10 primeros no era lo que la mayoría de los aficionados consideraban un buen resultado después de 1987. La victoria de Roche en el Mundial de 1987 fue también su primer y único maillot arco iris, y el contraste entre su año de la triple corona y el resto de su carrera sirve como otro cuento con moraleja para Pogacar.
Así pues, una vez aclaradas las desgracias de Roche y Merckx en las temporadas posteriores a su triple corona, parece que una vez más la historia está en juego para Tadej Pogacar: ¿podrá convertirse en el primer hombre en ganar una gran vuelta o un título mundial después de haber ganado la triple corona? Queda por ver si puede conseguirlo, y tampoco está claro si las desgracias de Roche y Merckx se debieron a la mala suerte o a la falta de motivación tras alcanzar la cima del deporte.
En 2025, Pogacar intentará mejorar su histórica temporada de 2024, y sus ambiciones son claras. Buscará su cuarto maillot amarillo en el Tour de Francia y puede que también su primer maillot rojo en la Vuelta a España. Defender su título mundial de contrarreloj también estará en su radar. El calendario de primavera de Pogacar incluye el UAE Tour, la Strade Bianche, la Milán-San Remo y una campaña completa de clásicas adoquinadas, con el Tour de Flandes como otro objetivo clave. Se trata de un calendario repleto y ambicioso, que refleja el insaciable apetito de Pogacar por el éxito y los títulos.
Sin embargo, la competencia será feroz. Jonas Vingegaard, que se ha convertido en el mayor rival de Pogacar, estará decidido a recuperar el maillot amarillo, y la perspectiva de un doble enfrentamiento Tour-Vuelta entre Pogacar y Vingegaard es tentadora. Por su parte, Remco Evenepoel también se esforzará por impedir que Pogacar gane el Tour y reafirmar sus propias ambiciones en las Grandes Vueltas. En las clásicas de primavera, Pogacar se enfrentará a los duros desafíos de Mathieu van der Poel y Wout van Aert, dos corredores que destacan en el formato de un día. Pero si Pogacar está en la forma a la que nos tiene acostumbrados en 2024, ¿podrá pararle alguien?
Como hemos visto a lo largo de 2024, la respuesta a esta pregunta es sí, a pesar de que los precedentes de Merckx y Roche pintan un panorama difícil para Pogacar. Merckx no volvió a ganar una gran vuelta después de su año de la triple corona, y la carrera de Roche cayó en picado casi inmediatamente después de 1987. Sin embargo, Pogacar ya ha demostrado ser un talento único, capaz de reescribir los libros de historia del ciclismo. Su versatilidad, empuje y ansia de victoria le distinguen de muchos de sus contemporáneos.
Sin embargo, no hay que subestimar la enorme exigencia que supone mantener la forma a lo largo de un calendario repleto. Los rivales de Pogacar estudiarán cada uno de sus movimientos, y el desgaste físico y mental de su temporada 2024 podría tener efectos devastadores. Como advirtió Miguel Induráin, el éxito en una temporada no garantiza el éxito en la siguiente.
¿Qué carreras crees que ganará Pogacar en 2025? ¿Añadirá Milán-San Remo a su palmarés, o se asegurará un cuarto título del Tour de Francia, o añadirá otra gran vuelta a su currículum combinando el amarillo y el rojo en el Tour y la Vuelta? Una cosa es segura: todos los ojos estarán puestos en Pogacar cuando intente conseguir lo que Merckx y Roche no pudieron: temporadas consecutivas de dominio tras un año de triple corona. 2025 será una temporada que nadie querrá perderse.