Pocos equipos rinden tan bien cada año en las clásicas como
Alpecin-Deceuninck. Gran parte de la "culpa" la tiene
Mathieu van der Poel. El neerlandés es prácticamente imbatible en sus pruebas favoritas. Y lo mejor para su equipo es que parece que han encontrado a su relevo generacional.
Alpecin ha desarrollado y cultivado a la perfección el talento de Van der Poel y podría estar haciendo lo mismo con otro joven talento. Lejos de los focos, el equipo está viendo el rápido ascenso de
Tibor del Grosso, un compatriota de van der Poel cuyo talento y evolución sobre la bicicleta se parecen mucho a los del actual campeón del mundo de ciclocross.
"Si no sabes que es Del Grosso, pensarías que es Van der Poel", dijo Nathan van Hooydonck en el podcast Derailleur. "Si te fijas en su forma de esprintar. También esprinta con los codos un poco hacia fuera y con carreras largas... Así es como corre Mathieu. También se llevan bien. Son compañeros de equipo, compatriotas y pasan tiempo juntos. Creo que van a seguir un camino parecido".
Del Grosso es también un especialista en ciclocross -y actual campeón del mundo sub-23- y, además de su increíble talento fuera de la carretera, también son evidentes sus habilidades en el manejo de la bicicleta y su diversión sobre ella; y esta primavera en la carretera ya se ha enfrentado a algunos de los mejores en las clásicas adoquinadas del World Tour (con un sexto puesto en A Través de Flandes como punto culminante). Estuvo muy cerca en dos ocasiones de conseguir su primera victoria profesional directamente en la Volta a Catalunya, pero entretanto lo ha hecho en la Vuelta a Turquía.
"No podemos hacerlo demasiado grande todavía, para que no reciba demasiada presión", argumentó Sep Vanmarcke. "Entonces sólo podría fracasar. Pero es un gran talento, y alguien a quien también gusta ver. La semana pasada ganó el esprint de la Vuelta a Turquía de forma muy convincente. Se ve que es un talento que podría conectar con los mejores".
No cabe duda de que el equipo belga está desarrollando un gran talento, y el potencial de este joven de 21 años bien podría convertirle en otro líder del Alpecin. "Exuda mucha confianza en sí mismo. Todo le sale fácil y es divertido. Tampoco supone ningún problema que un equipo empiece a trabajar para él. Y eso siendo un profesional de primer año. Eso también es muy importante: que pueda soportar una forma de presión".