Los Juegos Olímpicos de París ofrecieron al ciclismo la oportunidad de explorar nuevas rutas en la capital francesa, y la principal atracción de la prueba en ruta fue, sin duda, la subida adoquinada a la Basílica de Montmartre. Aunque se trataba de una solicitud ambiciosa, el éxito de los Juegos fue tan notable que la ciudad ha autorizado que el
Tour de Francia atraviese ahora este distrito en su etapa final.
Se habla de ello desde hace varios meses, pero ya no queda ni rastro de duda. Ya no es un rumor, sino una realidad, ya que los organizadores de la carrera han confirmado esta mañana en redes sociales que el recorrido volverá a pasar por la zona.
El 21 de mayo se darán más detalles, pero está claro que será en la etapa final de la carrera. Incluso podría transformar el tradicional regreso a los Campos Elíseos en una jornada en la que no solo esperemos un sprint del pelotón, sino que presenciemos un circuito explosivo, donde los especialistas en clásicas tengan la oportunidad de sorprender y añadir emoción al cierre del Tour.