Este domingo, el
Mundial de Kigali 2025 se cerrará con la disputa de la prueba en ruta élite masculina. Será el plato estrella, con
Tadej Pogacar como gran favorito. El esloveno buscará revalidar el maillot arcoíris que consiguió el año pasado en Zúrich con un ataque histórico a 100 kilómetros de meta. ¿Podrá repetir una actuación similar en el brutal recorrido de la capital de Ruanda?
El ex entrenador nacional belga y respetado experto analista de Sporza,
José De Cauwer, no se hace demasiadas ilusiones acerca de una nueva cabalgada para los anales de la historia.
"Hay que esperar un final en solitario. Este no es un recorrido para quedarse sentado y esperar, va a fragmentar a los corredores", comenzó señalando José De Cauwer.
Con
más de 5.000 metros de desnivel acumulado y un final ubicado en un falso llano, la ruta de Kigali se disfraza de carrera de desgaste. La joya de la corona del recorrido, el Mont Kigali, puede aparecer a 100 kilómetros de la meta, pero su potencial para abrir la carrera no pasa desapercibido para De Cauwer.
"El Mont Kigali podría ser absolutamente decisivo. Es una verdadera subida de tres tramos, con rampas empinadas que dividirán el pelotón. Si la carrera se dispara allí, no esperes a un pelotón cruzando la cima. A lo sumo serán quince corredores, y eso es ser generoso".
La estrella eslovena no necesitará que le inviten. Justo el año pasado en Zürich, Pogacar lanzó un ataque notable con más de 100 kilómetros por recorrer; una jugada de todo o nada que le otorgó el maillot arcoíris.
El perfil ruandés invita a un atrevimiento similar, pero De Cauwer advierte que la altitud adicional, ya que los corredores pasan la mayor parte del día por encima de los 1,500 metros, puede limitar las ambiciones de incluso los más audaces.
"¿Una repetición de Zürich? Posible. Pero esta vez, creo que el límite serán dos vueltas en solitario. ¿Recorrer 100 kilómetros solo a esta altitud? Casi imposible", comentó sobre la posibilidad de ver a Pogacar repetir hazaña en este Mundial.
Pogacar ha estado en Kigali toda la semana preparando el Mundial
Remco Evenepoel, el gran rival
Para Bélgica, la ecuación se centra en un hombre: Remco Evenepoel. ¿Puede el campeón mundial del 2022 contener el golpe de Pogacar si este último hace su jugada en el Mont Kigali?
De Cauwer cree que sí, pero con una salvedad: "Si estamos hablando de un buen Evenepoel, él puede seguir. Y aún si alcanza la cima ligeramente rezagado, no es fatal. Nadie es más rápido que él en el terreno rodante que sigue. Si Pogacar saca 15 segundos, Remco le alcanzará. La selección real podría venir más tarde",
Después de Mont Kigali y el icónico Muro de Kigali, más simbólico que selectivo según De Cauwer, la carrera vuelve a un circuito local técnico y exigente.
Escondido entre las carreteras estrechas y cortas subidas se encuentra la Côte de Kimihurura: 1.3km al 6.3%, empedrada y cruel. Desde la perspectiva de De Cauwer, es la ascensión más decisiva de toda la carrera:
"Tiene la anchura del Bosberg y la pendiente del Oude Kwaremont. Esa sección de arrastre en la cima, es donde Pogacar ha puesto a tantos rivales en aprietos en el pasado. Esta es la subida donde un movimiento puede perdurar".
No muy lejos se encuentra el Côte de Kigali Golf: 800 metros al 8.1%, seguida por un último kilómetro que asciende suavemente hasta la línea de meta. No hay un momento de respiro. No hay margen de error.
Aún así, cuando se le pregunta sobre el favorito, De Cauwer duda, pero solo un poco. "Hasta hace unos días, era claramente Pogacar. Desde el contrarreloj, las cosas han cambiado un poco. Pero sigue siendo Pogacar. Siempre es el hombre a batir".
Y sin embargo, a pesar del brillo del esloveno, De Cauwer deposita una fe silenciosa en su compatriota belga. "Si tuviera que correr esto yo mismo, preferiría estar en los zapatos de Evenepoel".
"Con todo lo que este recorrido lanza a los corredores, la altitud, el calor, el terreno, tienes que esperar un final en solitario", concluyó.