Gianni Vermeersch fue el primer campeón de la historia del
Mundial de Gravel. En la tercera edición, el belga ha demostrado que sigue vigente tras terminar en quinta posición. Tras la carrera, no tuvo más remedio que rendirse a su compañero de equipo en el Alpecin-Deceuninck y nuevo maillot arcoíris,
Mathieu van der Poel, que ha estrenado su palmarés en el evento a lo grande.
Vermeersch, en declaraciones a Wielerflits, admitió que la jugada decisiva le pilló desprevenido. "Me sorprendió un poco el ataque ganador. Acababa de acelerar un poco, pero creo que si no, habría tenido piernas para seguir".
Reflexionando sobre la carrera, Vermeersch mencionó su lenta salida, pero destacó su mejora a medida que avanzaba la carrera. "No tuve buenas sensaciones al principio de la carrera, pero tuve que ponerme un poco las pilas. Hacia el final me sentí bien".
El momento decisivo de la carrera se produjo cuando Florian Vermeersch y Mathieu van der Poel se lanzaron al ataque y pillaron por sorpresa a Gianni Vermeersch. "Acababa de acelerar un poco cuando Florian y Mathieu atacaron por detrás, así que me sorprendió un poco. Como acababa de acelerar, no pude reaccionar enseguida, pero creo que habría tenido piernas para seguir, al principio por supuesto. Creo que Mathieu ha sido, con diferencia, el más fuerte hoy", declaró.
Vermeersch, que corría en casa ante un público belga apasionado, intentó aprovechar al máximo la ocasión a pesar de las exigencias físicas de la carrera. "Intenté disfrutar todo lo posible, hasta cierto punto, porque era sobre todo sufrimiento. Pero hubo mucho público. Desde luego, aquí en la meta, en la Ladeuzeplein, con una masa de gente. Fue precioso".
El 5º puesto de Vermeersch se suma a su buena temporada, pero su atención sigue centrada en construir futuros éxitos tras un
Mundial duro, pero memorable, en casa.