"Una lástima para la carrera": Van der Poel, sobre el duelo anticlimático con Van Aert en Loenhout

El Azencross Loenhout 2025 que se disputó este lunes, 29 de diciembre, supuso la sexta victoria en seis carreras disputadas por Mathieu van der Poel en la temporada 2025/26 de ciclocross. El neerlandés volvió a arrasar en una carrera que ni siquiera tuvo una buena versión de Wout van Aert, al que además la suerte no le acompañó.

Mathieu van der Poel admitió que habría recibido con gusto un duelo mano a mano completo en Loenhout, incluso si eso sacrificase su triunfo en solitario en el X2O Trofee.

“Claro que estaba sonriendo”, dijo Van der Poel tras la llegada. “Pero fue una pena por cómo se desarrolló la carrera.”

El campeón del mundo se marchó cuando Wout van Aert sufrió un pinchazo justo cuando su duelo a dos empezaba a cuajar. Van der Poel explicó que no se dio cuenta de inmediato de lo ocurrido a su espalda. “No noté enseguida que había pinchado”, dijo. “Había mucho ruido y no era fácil mirar atrás. De repente vi que la diferencia se hacía muy grande, así que supe que algo tenía que haber pasado. Es una lástima para la carrera.”

La victoria de Van der Poel fue la sexta en Loenhout, con la que iguala a Sven Nys como el corredor más laureado en la historia del Azencross. “Eso siempre está bien, por supuesto”, sonrió. “Es una carrera cerca de casa que me gusta mucho disputar. Hoy fue bastante rápida, lo cual también se agradece de vez en cuando.”

Van der Poel también comentó brevemente el incidente temprano con un espectador, que golpeó su manillar durante la vuelta inicial. “¿Creo que solo estaba animando?”, dijo Van der Poel. “No sé muy bien qué pasó. Fue un instante.”

Reconoció lo cerca que estuvo ese momento de arruinar su carrera antes de empezar de verdad. “Tuve mucha suerte de poder mantener el manillar recto en una zona en la que íbamos muy rápido”, explicó. “Puede pasar cuando hay mucha gente muy cerca.”

Preguntado si percibió mala intención, Van der Poel fue claro. “No tuve esa sensación”, dijo. “Aún no he visto las imágenes. Como tantas veces, la gente anima con mucho entusiasmo y a veces olvida que todavía viene otro corredor.”

Pese a las interrupciones y el desenlace anticlimático, Van der Poel se mostró tranquilo tras la llegada, incluso bromeó sobre sus planes posteriores. “Las flores son para mi madre, porque es su cumpleaños”, rió. “Pero no voy a ir en bici a su casa. Ya es de noche y no llevo luces, así que me subiré al coche.”

Otra victoria al zurrón, pero para Van der Poel, Loenhout fue un recordatorio de que incluso los triunfos dominantes pueden dejar la sensación de lo que pudo ser.