Mathieu van der Poel se adjudicó ayer su séptimo título mundial de ciclocross, igualando un récord, al imponerse a Wout van Aert por una diferencia significativa.
El tercer puesto del podio fue para Thibau Nys, quien coronó una brillante temporada en la que conquistó los títulos europeo y belga, y ahora suma a sus logros su primera medalla en un Mundial de categoría absoluta.
Su padre, Sven Nys, dos veces campeón del mundo de ciclocross, compartió sus impresiones con Wielerflits tras ver a su hijo conseguir el bronce.
"Había muchos candidatos al tercer puesto", comentó Nys, "pero yo consideraba a Joris Nieuwenhuis el principal favorito. Luego a Michael Vanthourenhout. Pero cuando ves cómo Thibau lo alcanza en la última vuelta, es realmente impresionante. Creo que tuvo un día excelente. El recorrido le benefició, aunque si hubiera estado un poco más seco, le habría ido aún mejor. Pero bueno, así son las condiciones. Si puedes terminar la temporada de esta manera, al lado de esos dos ciclistas, es un sueño".
Thibau había estado enfermo durante las dos semanas previas al Mundial, lo que añadió un reto adicional a su campaña.
"Todo tiene que estar en su punto para un atleta, y en las últimas dos semanas no fue así. El lunes todavía hubo una auténtica reunión de crisis. Pero el martes cambió todo: empezó a entrenar e hizo lo que debía hacer. Este es el resultado".
Sven Nys también destacó la capacidad de Thibau para manejar la presión en un evento de tal magnitud.
"No hay que olvidar que está peleando por el podio con Mathieu van der Poel y Wout van Aert, y que hay 25.000 personas a lo largo del recorrido. Es un chico joven, de 22 años. No podemos darlo por sentado".
Thibau cierra así una gran temporada de ciclocross y ahora centrará su atención en consolidarse en la carretera.