Frank van den Broek se prepara para la temporada 2025, reflexionando sobre su camino hacia la élite tras un año clave en 2024. El ciclista de 24 años, que compite para el UCI WorldTeam Team Picnic PostNL, logró la victoria en el Tour de Turquía la temporada pasada y debutó en una Gran Vuelta en el Tour de Francia, donde terminó segundo tras el líder del equipo, Romain Bardet, quedando a cinco segundos del grupo perseguidor.
De cara a su segunda temporada como profesional, Van den Broek se sentó con Rouleur para hablar sobre su trayectoria en el ciclismo. Sorprendentemente, la conversación comenzó con préstamos.
«El préstamo máximo que podía obtener cada mes era de 800 euros, y si no lo solicitabas durante cuatro meses, podías pedirlo todo de una vez», explicó. «En un momento dado, pensé: joder, ¡necesito una bicicleta de contrarreloj! Así que pedí el préstamo máximo y con eso pude pagarla».
Para el joven ciclista, su rápido ascenso al WorldTour sigue siendo difícil de asimilar.
«Es increíble lo lejos que he llegado», admite. «Hace poco me tomé un tiempo para ordenar mi habitación en casa de mis padres. Encontré maillots de líder del Tour, del Tour de Turquía, medallas y recuerdos de varias carreras. Ha pasado de todo en poco tiempo».
El camino de Van den Broek hacia el ciclismo profesional no fue el habitual. Creció en Voorhout, una ciudad famosa por sus campos de tulipanes, y trabajó en una subasta de flores después de terminar el instituto.
«Después del instituto, trabajé en una subasta de flores», recuerda. «Trabajaba allí desde muy temprano en la mañana y luego entrenaba por la tarde».
¿Eso lo convirtió en un experto en floristería? No exactamente.
«Oh no, no hace falta saber mucho de flores», se ríe. «Todo se basa en números. El ordenador te indica dónde está cada caja y, con un vehículo, tienes que moverlas».
Aunque su camino hacia el WorldTour fue poco convencional, cree que le dio ventaja.
«Creo que fue una ventaja», afirma. «Tenía libertad para hacer lo que quería, descubrirme a mí mismo y no convertirme en una máquina como algunos ciclistas que pasan por equipos de desarrollo. Me entrenaba por mi cuenta y me encantaba, me daba libertad y flexibilidad. Creo que mi forma de entrenar, la carga de trabajo y las competiciones a lo largo del año me ayudaron a adaptarme al profesionalismo».
En cuanto a sus objetivos para 2025, Van den Broek no aspira a la clasificación general, pero sí desea desempeñar un papel clave en el equipo y luchar por victorias.
«No me veo compitiendo por la general. Seré gregario de Oscar [Onley] y Max [Poole], pero mi mayor ambición es ganar una carrera este año. Si miramos las estadísticas, no muchos ciclistas lograron una victoria el año pasado. Mi techo está en ganar etapas en un Grand Tour y en carreras menores del WorldTour. El año pasado gané en Turquía, que no tenía el nivel más alto, pero creo que en vueltas como Luxemburgo y otras similares puedo hacerlo bien».