"Si no lo disfrutara, me lo saltaría": La otra gran estrella del ciclocross que vuelve, además de Mathieu van der Poel

Puck Pieterse regresará al ciclocross este fin de semana en la Copa del Mundo de Namur, compartiendo foco con su compatriota Mathieu van der Poel, ya que ambos afrontan sus esperados estrenos invernales en uno de los circuitos más icónicos de la especialidad.

Para Pieterse, el regreso no va de cumplir etapas ni de perseguir cada carrera del calendario. Su invierno se construye sobre el timing, las sensaciones y llegar al pico de forma para un momento clave más adelante en la temporada.

Tras su última competición en el Campeonato del Mundo de BTT a mediados de octubre, Pieterse confirmó que Namur será su primera aparición del invierno de ciclocross, después de una reciente concentración en carretera en España.

“La idea era ver cómo iba el ‘training camp’ y decidir en función de ello si volvía en Namur. Ahora puedo confirmar que tomaré la salida, así que debería estar bien”, explicó a Wielerflits.

A diferencia de muchas rivales, Pieterse evita a propósito un programa invernal rígido. No habrá persecución de puntos ni compromiso con el calendario completo, decisión que explica por qué su agenda ha permanecido tan abierta hasta ahora.

“Este invierno no voy realmente a por una clasificación. Eso me da más libertad para elegir carreras. Pero también significa que aún no puedo decir exactamente qué correré y qué no”, señaló.

Esa libertad llega con una prioridad muy clara. “Lo más importante es que el Campeonato del Mundo vuelve a ser mi gran objetivo. Quiero llegar allí en mi mejor versión.”

En términos de número de carreras, Pieterse no espera grandes cambios respecto al año pasado. “Pienso en algo más o menos similar a la pasada temporada. La idea detrás de mi campaña de ciclocross es la misma, y también empiezo más o menos en las mismas fechas.”

Namur no fue una elección casual. Para Pieterse, el propio circuito fue un gran atractivo, igual que para Van der Poel, que también abre su invierno en el exigente trazado belga.

“Creo que Namur es uno de los circuitos y carreras de ciclocross más bonitos de todo el invierno. Tenía muchas ganas de empezar allí”, dijo Pieterse.

Arrancar antes del gran bloque navideño fue otro factor. “También está bien haber competido antes de que empiece el periodo navideño, que es muy intenso.”

En cuanto a las expectativas para el domingo, Pieterse se muestra confiada pero con los pies en el suelo, enfocada menos en el resultado y más en confirmar sensaciones. “En los últimos tres años en el ciclocross he podido disputar de forma bastante constante victorias y podios. Espero poder mostrar eso de nuevo este año.”

El disfrute, sin embargo, es innegociable. “Si no lo disfrutara, me lo saltaría y me centraría en mi campaña de primavera.”

Pese a victorias de peso en carretera y a un título mundial en BTT, Pieterse insiste en que el ciclocross concentra toda su atención en cuanto se compromete con él.

“Cuando estoy metida en el ciclocross, lo tomo como mi disciplina más seria”, afirmó. “De verdad que no pienso: ‘da igual’, porque también hago otras dos cosas.”

Ese cambio de chip llega rápido. “Sobre todo cuando vuelves a competir, eso pasa a ser lo más importante en tu cabeza.”

Con el Campeonato del Mundo en Hulst en el horizonte para más adelante este invierno, el regreso de Pieterse en Namur busca menos el espectáculo y más fijar el tono. Junto al propio retorno de Van der Poel, garantiza que la cita belga de la Copa del Mundo marque un momento definitorio de la temporada de ciclocross.